Out of Nature

"Out of Nature" me parece una película muy honesta, en la que un tipo cerca de los cuarenta se aleja de su familia, trabajo y amigos durante un fin de semana para hacer una excursión a la montaña y quedarse a solas con sus pensamientos.

La originalidad de la película reside en que casi todo su metraje consta de la voz en off del protagonista, que nos desgrana sus pensamientos mientras camina por el monte. Me gusta porque, en sus pensamientos, no trata de adoptar una pose o ser una de esas películas profundas e insoportables. No señor, el protagonista lo mismo reflexiona sobre la muerte que piensa en hacerse una paja.

Y he aquí el acierto: es, en definitiva, una persona normal, estancada en una etapa de su vida que no le ha aportado la felicidad que él pensaba que iba a tener... aunque tampoco sabe qué sería exactamente esa felicidad... Efectivamente, tal y como nos pasa a muchos, a la mayoría, en tanto que seres humanos sensibles y en constante contradicción. El flujo de sus pensamientos, afortunadamente, no lleva a una película tediosa o lenta. Muchas veces la hilaridad surge bajo las piedras, en el momento menos esperado (como en la vida real), otras el tono es más intimista.. pero siempre natural y sincero.

No contaré lo que sucede, pero sí diré que el final me pareció una maravilla en la que el protagonista parece comprender lo que John Lennon cantó una vez: "La vida es lo que pasa mientras estás haciendo planes".

"Mot naturen" parte de una idea muy interesante: el malestar del hombre del siglo XXI ante la institución del matrimonio (ese anacronismo que goza de una salud de hierro). En este sentido me ha recordado mucho a las películas del alemán Dominik Moll ("Harry, un amigo que os quiere" y "Lemming").
Martin, el protagonista, se debate entre dos polos: vivir una vida reglamentada y convencional que no le satisface o ser fiel a sus impulsos naturales, libre de ataduras impuestas por la costumbre. El director plantea este dilema "abandonando" a su personaje en una maravilloso entorno natural que no siempre es amable y acogedor, pero sí estremecedoramente bello y estimulante... Como la libertad... Las imágenes del blanquito Martin corriendo sin ropa por las colinas noruegas, en plan hombre primitivo, tienen algo conmovedor, y nos hacen desear que finalmente se encuentre con su verdadero yo.

La vida mental de este hombre no nos dice nada. Es puro vacío existencial. Por eso divaga tanto y cualquier cosa es pretexto para su discurso, que no nos muestra quién es, ni qué quiere. Sus deseos son banales. No sabe lo que desea. Y cuanto parece concretarlo en algo placentero e inmediato, se frustra.
Creo que la película describe maravillosamente un tipo de persona que abunda, que mientras cumple sus rutinas, con su familia, con su trabajo, todo marcha. Pero en cuanto se cuestiona algo, cuando está solo, es incapaz de vivirse con sentido. Se desarticula, ya no sabe ni quién es. Sólo puede actuar, hacer, moverse, pero no siente ser nada, ni nadie. Todo su sentido le viene dado por lo que hace, por quién le quiere, y nada más. Son personas que si pierden esas referencias externas, se descontrolan y caen o en una adicción, en un gesto alocado, o en una enfermedad psicosomática. Pero su pensamiento no les hace sentir bien, ni vivos, ni capaces de amar, ni casi vivos.