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Granizo

Comedia. Drama Un famoso meteorólogo de la televisión se convierte en el enemigo público número uno cuando falla al prevenir una terrible tormenta de granizo. Esto obligará al meteorólogo a huir de la gran capital para encontrar refugio en su ciudad natal. (FILMAFFINITY)
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Críticas 34
Críticas ordenadas por utilidad
31 de marzo de 2022
36 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque le empecé a ver con muy pocas expectativas, esta comedia me sorprendió por su sencillez y la gran calidad de sus actores. Me mantuvo entretenido de principio a fin, lo cual ya es mucho decir, y no hice como es común en mí de ver unos minutos y luego dejarlo para otro día sino que me enganchó y la vi hasta el final. Francella, impecable, como siempre; Norman Briski, un espectáculo en sí mismo; Laurita, excelente; Peto, muy bien, y en general el resto del elenco está para sacarse el sombrero. Muy bien también el guion y los efectos especiales. Mezcla rara de Almodóvar, comedia italiana y desenvoltura criolla, este tipo de comedias puede llevar con orgullo la marca de Cine Nacional. Hay que seguir por este buen camino.
gladiador
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4 de abril de 2022
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es difícil describir todos los errores que comete Granizo. Un filme del argentino Marcos Carnevalle, el autor de muchos filmes de dudosa calidad, entre ellos de películas buenas como Elsa y Fred e Inseparables y que hace rato que solo da luz a engendros que no deberían ver la luz del día, que tienen como principal defecto el ser excesivamente televisivos y con poca gracia.

En si, Granizo no es totalmente un engendro, ya que parte de una premisa interesante, es graciosa en algunos momentos, pero la puesta en escena es absolutamente televisiva y es un filme con serios problemas de tono. La historia comienza interesante, con un Francella soberbio creyéndose infalible en los pronósticos del clima, hasta que falla en el peor momento posible, el día de una pedrada inesperada que causa daños al por mayor, y sus seguidores le sueltan la mano generando el odio de los televidentes y siendo desplazado en su propio show.

De ahí en más, la película se estampa y no consigue remontar mas. Es cierto que Granizo comete muchísimos errores, pero el problema principal creo que es que en ningún momento podemos empatizar con Francella, ya que el guión lo hace absolutamente soberbio, un profesional denigrante que cree estar por encima de los demás, pero además de ello, tampoco le dan aire para poder cambiar sus actitudes, sino que todo se soluciona de forma abrupta y, fundamentalmente, poco creíble.

Es que una vez que este tipo tocó fondo, el guión debería centrarse en un cambio creíble de su personalidad, pero en cambio, se desvía en contar historias secundarias que no tienen sentido como la historia del taxista, que podrían haberse podado olímpicamente porque no aportan absolutamente nada, mientras que al personaje principal lo salva una casualidad. Si bien interesante, la historia de Francella con su hija cordobesa debería haber tenido más aire y tiempo en pantalla para generar química y dar una resolución más acertada, porque al final todo se soluciona con un discurso que si puede llegar a tocar una fibra es por el único hecho de que el actor Argentino es un intérprete excepcional, pero por todo lo demás, se soluciona sin sentido alguno. Sumado a ello, el conocimiento del ermitaño de Córdoba es un deux ex machina no solo difícil de creer, sino que tampoco funciona. Se necesitaba más tiempo para que el tipo lo cambie a Francella enseñándole una manera diferente de vivir la vida y con ello, darle un fuerte golpe moral a su personalidad tan engreída y arrogante, pero así como está, es una mera excusa del guión para encontrar una solución a la trama.

En el apartado actoral, el único que puede sobresalir en un filme plagado de problemas es Martín Seffeld como ejecutivo de cadena que siempre sale airoso de todo embate de la sociedad, dando algunos de los mejores momentos de la película, pero por todos los demás, son todos anónimos que caminan por el set. Ni siquiera podría achacarse a Francella, que hace lo que puede recitando el guión sin mucha gracia, conectando a veces con su interpretación de Pepe Argento en Casados con Hijos, que pese a todos los pronósticos no resulta acertada ni graciosa.

GRANIZO es una película mal cocinada. Se necesitaba una historia distinta, un enfoque diferente, otro director y otros guionistas. El filme que terminó siendo, solamente es entretenido por la cara visible de Francella, la curiosa premisa inicial y no mucho más que eso. Es pasable porque divierte y porque atrás se encuentra la mano millonaria de Netflix (lo que se puede comprobar en el final, tan excesivo como absurdo e innecesario). En todo caso le faltan los condimentos que hacen bueno a un producto: creatividad y una puesta en escena que emocione.
Flavio
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31 de marzo de 2022
18 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Suelo ver poco cine argento. Luego de mucho tiempo, caí de improviso en Granizo y recordé porque no suelo ver cine argento. Pese a los vicios enquistados de nuestra industria, pude percibir en esta peli ciertas características que la salvan del cine promedio al que nos acostumbran. Vamos a ello.

No es que el formato costumbrista esté necesariamente mal por estos "lares". El problema es el tratamiento crónico que le dan. ¿Para que ponerse en modo auto impostado a la hora de largar diálogos de rutina social? ¿Porqué hacer ver a cada momento de estos pasajes que se está recitando un guión? ¿Hace falta actuar de manera absurda y exagerada, para que todo suene tan ranciamente artificioso? Preguntas que no obtendrán respuesta, diría Teloresumo.

Esto hubiera sido un Titanic si no hubiese estado sostenido por una historia que de costumbrista no tiene nada. Es completamente inusual y te lleva a pensar cuanto podría haber escalado si nuestra industria no fuera un nido de "caranchos". Un meteorólogo más famoso que Gardel, algo de cine catástrofe, un drama paterno/filial en el medio de gusto resultón...un microuniverso que reubica al espectador. Todo parece familiar dentro de un contexto que no lo es.

La premisa de base impide el drama puro porque se hubiera roto el principio de credibilidad. Sin embargo la peli lo intenta una vez que se desata el conflicto: Granizo es una dramedia que coquetea con ciertos tintes trágicos sin pasarse de la raya. Pero he aquí el problema: funciona mejor cuando vira al drama y se vuelve chabacana y cutre cuando navega en la comedia. Solo algunos pasajes pueden ser risibles. Dentro del drama, no apuesta y queda en medio de un aire pesado-light que queda patentado en la escena de desahogo entre el prota y su hija: aquí Francella actúa acomodado, entre lo sensiblero y el sentido común, dejando pasar un punto de inflexión importante donde la peli podía haber pegado un cachetazo dramático y dejar huella, pero no.

La introducción, nudo y desenlace de la historia dejan ver un guión interesante, cuyo tratamiento es deliberadamente tibio. A medias aguas. Me deja el sabor de una entrega simpática que se autolimita. No me resulta tanto un fiasco de fábrica, sino más bien una decepción, porque habia material y no fue debidamente aprovechado.
Juan Rúas
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2 de abril de 2022
15 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1959 el enorme Luis Sandrini filmó "El hombre que hizo el milagro" donde un modesto peluquero de pueblo por un equívoco es reverenciado y llevado a la fama como sanador hasta que se descubre el error y es vilipendiado y apedreado hasta tener que abandonar su pueblo. Según contó Francella en numerosas entrevistas era esto lo que pretendía contar Granizo, la volubilidad del público que sin transición alguna endiosa o denosta a las figuras públicas, algo que, como se verá, no es ninguna novedad ya que Sandrini ya lo trataba hace más de 60 años con muchos mejores resultados. El problema es que, a diferencia de la película de Sandrini donde uno podía empatizar con el pobre infeliz que no había buscado esa fama, en este caso Miguel Flores (Francella) es un infatuado egocéntrico que realmente cree ser infalible y, por ende, resulta muy difícil identificarse con él. Por otra parte, Francella bajando varios peldaños de lo conseguido profesionalmente en los últimos tiempos, recicla permanentemente los tics de Pepe Argento (el personaje de Casado con hijos que lo consagro) haciendo que el personaje de Flores resulte aun menos creíble ya que parecen dos personas distintas. Otro error es sostener, sin ninguna necesidad, que Flores nació en Rio Cuarto (Córdoba) cuando en todo momento habla como lo que es un porteño de Belgrano. Toda la historia del taxista es totalmente absurda y prescindible ya que no agrega nada a la trama. La estética es claramente televisiva y el final es lo mejor y lo peor. Lo mejor porque los efectos están realmente logrados y lo peor es porque no hay por donde tomarlo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
devilman
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13 de abril de 2022
7 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Divertida comedia argentina, con ese fondo humorístico tan corrosivo e inteligente de nuestros vecinos australes. Miguel es un metereólogo con una desgracia familiar aparentemente olvidada, vive feliz como la estrella de una cadena de televisión, adorado por sus vecinos y espectadores. Para que lo tengamos claro, son escenas musicadas con la canción "Felicità" de Romina y Albano. Tiene un extraño vínculo con un pececito naranja al que ha bautizado como "Oswaldito" y lo considera como su hijo, aunque también tiene una hija a la que hace años no ve. El personaje de Miguel está magníficamente construido, como una persona meticulosa con la vida organizada; todo medido y previsible, sin sitio para el azar, es conocido como "Miguel el infalible" porque jamás ha errado uno de sus pronósticos del tiempo en treinta años. Sin embargo, algo ocurrirá. Su intérprete, Guillermo Francella, es magnífico. Sabe darle a su personaje esa mezcla de vanidad, buena intención e ingenuidad con la que se adueña de todos los planos en los que participa. Y esa dicción argentina es fantástica. Quizás los argentinos son los que hablan mejor castellano, con esa riqueza de matices y entonaciones que en la península se perdieron hace tiempo. Da gusto oirlos, como en este filme.

La película, aunque sea una comedia algo negra - o muy negra, con un toque final más propio de los filmes de Ronald Emmerich- también bucea en la necesidad del ciudadano corriente en creer a pies juntillas en lo que le ofrecen los medios informativos o las aplicaciones móviles, una creencia quasi religiosa. Las noticias has que tomarlas en su justa medida y las predicciones pueden tener errores. También el filme se mofa-elegantemente-con la tírria que le tienen el resto de argentinos a los porteños, así donde todo son insultos en Buenos Aires, en la ciudad de Córdoba son felicitaciones y abrazos.

Y quién piense que lo relatado es una exageración les relataré una anécdota real que me contaron. En los años 90,en Cataluña se seguían con fervor las predicciones metereológicas que se ofrecían en la cadena autonómica de televisión TV3. Eran muy amenas. Su hombre del tiempo gozaba de gran popularidad y puesto que esa cadena era la más vista, todo aquello que contaba llegaba a mucha gente. En verano, estuvo cerca de una semana creando una gran expectación en cuanto a que se iba a producir una espectacular lluvia de perseidas. En cada noticiario lo comentaba y cada vez creaba más "hype". Y por fin llegó la noche de marras. Muchísimos espectadores salieron desde las doce de la noche a altas horas de la madrugada a ver esas perseidas, como mis conocidos. Parques, colinas, todos esos lugares se llenaron de espectadores ansiosos, algunos con teleobjetivos y trípodes. Miles de personas. Mi conocido me contaba que la gente miraba al horizonte y cuando alguien creia ver alguna perseida todos miraban en la otra dirección. Esa noche no ocurrió nada. Nada. No hubo perseidas. Estuvo hasta las tres de la mañana. Al día siguiente el metereólogo tuvo que salir a dar explicaciones, a templar gaitas. Tierra, trágame.

Lo dicho. La realidad suele superar a la ficción. Y la ficción siempre puede tener una base real. Disfruten de la comedia. Yo me lo pasé en grande. Cada minuto.
Quinto Sertorio
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