Los juegos del hambre: En llamas

Francis Lawrence ha hecho un trabajo magnífico, espectacular.

La primera película era buena pero tenía algunos fallos, los movimientos de cámara muy bruscos, la trama no resaltaba todo lo que el libro mostraba, no estaba bien exprimida, pero Francis ha sabido corregir cada uno de esos fallos y encima mejorarlos.
En esta segunda parte vemos un lado más adulto y todavía más oscuro y serio de lo que su predecesora era.

Hay algo que los fans agradecerán y es que En Llamas es TOTALMENTE FIEL AL LIBRO. Cada diálogo, cada escena, cada trama, hasta la ambientación, totalmente fascinado.
Se nota que está todo muy cuidado, se ve que hay mucho trabajo detrás de cada escena, en cada movimiento.

Es una película muy atractiva a la vista, con una banda sonora espectacular y unas actuaciones tremendas, sobre todo la protagonista, Jennifer Lawrence (Katniss). Hace un papel realmente serio, y transporta a esa chica del libro a la película. Todo lo que la película expone ella lo siente, lo hace muy bien.
En esta segunda parte no todo el peso recae sobre Katniss, también podemos ver que otros actores retienen más protagonismo.

En Resumen: Esta segunda película supera con creces a la primera. Se nota que hay mucho trabajo detrás. Hay escenas verdaderamente impresionantes. Te quedarás con ganas de saber cómo continúa.

Para mí, no dudo en ponerle un rotundo 10. Esta segunda parte me ha dejado sin palabras.

Primero que nada quiero agradecer tremendamente a Francis Lawrence, por haber hecho la que es sin duda la mejor adaptación literaria de todos los tiempos...
Cada palabra, cada escenario, cada secuencia es prácticamente idéntica al libro, y eso es de agradecer tremendamente...

Segundo... gracias Jennifer Lawrence, por hacer de Katniss Everdeen la heroína que faltaba en el cine... no puedo creer la interpretación perfecta que hiciste, como llorabas y como despreciabas al Capitolio, como demostrabas tu confusión en el amor... sin duda la mejor actriz de todo Hollywood!

Jena Malone, sos la mejor Johanna Mason que puede existir!

Y el resto del elenco, se lucieron!

Effie con sus trajes dio muchísima gracia, y Haymitch con su humor tampoco se quedó atrás

Gracias a todos los que participaron en la película, por haber convertido al mejor libro que existe, en la mejor película rodada hasta ahora

Con ansias de ver Sinsajo, el año que me espera va a ser muy duro!

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Considero el segundo libro de la saga el mejor de los tres con diferencia. Uno de los best-sellers actuales más absorbentes del género de las distopías. Suzanne Collins se superó. Si “Los Juegos del Hambre” me había dejado con ganas de más, “En llamas” es soberbio. Y las adaptaciones cinematográficas les hacen honor. Sin duda, la segunda película es tan espectacular como la novela en la que está inspirada.
La trama destaca en todos los aspectos. Desarrollo de los personajes y sus relaciones, intriga, acción, drama social, y una recreación estupenda de un mundo futuro con todo lo que los mundos conllevan, con todas sus virtudes y lacras. La narración ágil y directa acerca plenamente a los protagonistas y a sus tribulaciones en un país en el que doce distritos son los oprimidos vasallos del todopoderoso Capitolio, gobernado con mano férrea por el cruel presidente Snow. Para recordarles perpetuamente su vasallaje, todos los años se celebran los terribles Juegos del Hambre, en los que se obliga a participar en una contienda a muerte a personas de los doce distritos.
En la primera parte, Katniss Everdeen y Peetah Mellark fueron los vencedores de los 74º Juegos, aunque como dice Haymitch, su mentor del Distrito 12 que les ayudó a ganar, “En los Juegos no hay vencedores, sólo supervivientes.” Nadie gana en realidad, porque el Capitolio siempre va a recordar a todos que son esclavos, que los Juegos no terminan jamás, que nadie está a salvo de la ira del Poder.
Y por si alguien de los distritos fuera capaz de olvidar el hacha que pende sobre sus cabezas (como si pudieran, malviviendo en condiciones infrahumanas y teniendo que enviar al matadero a sus jóvenes), se prepara una edición especial para los 75º Juegos, llamados “El Vasallaje de los Veinticinco”, porque cada 25 años el sadismo del brutal evento se multiplica.
Pero esta vez hay algo diferente en la atmósfera. Sin querer, Katniss y Peetah han prendido la chispa de la revolución. Ellos simplemente buscaban seguir viviendo y ahora, tras su “triunfo” y su regreso con todo el jaleo mediático y el control al que son sometidos, se están encontrando con que se han convertido en inspiración para los oprimidos, que ha brotado una llama de esperanza tan fuerte que la gente está venciendo al miedo y desafiando al Capitolio. El presidente Snow intentará por cualquier medio sofocar la rebelión... Y para ello procurará que la llave que ha de cerrar el suministro de oxígeno que aviva el incendio esté en manos de su involuntaria instigadora, Katniss Everdeen, tributo vencedor del Distrito 12.
Tiene grandes planes para ella.
Secuela más madura, oscura e impactante que su predecesora (y a ello contribuye el guión brillantemente adaptado, el buen trabajo de los actores y el excelente apartado técnico, desde la fotografía hasta la banda sonora), nos regala sorpresas, tensión casi constante, denuncia al totalitarismo y, en el centro de todo, una bella historia de amistad, amor y entrega.
Bienvenidos a los Septuagésimo Quintos Juegos del Hambre.
Y que la suerte esté siempre de vuestra parte.

Antes de empezar la crítica en sí, es justo y de recibo zanjar un tema. La saga de Los Juegos del Hambre no tiene absolutamente nada que ver, ni argumentalmente ni cinematográficamente, con otras sagas teóricamente juveniles como Cazadores de Sombras, Harry Potter o por supuesto Crepúsculo, con quien la comparación es especialmente sangrante. Juega en una liga muy distinta, y así es porque ninguna de las sagas mencionadas u otras que hayan quedado en el tintero, con todas las virtudes que puedan tener (especialmente Harry Potter, que también nada por aguas muy distintas), soñaron jamás con tener la dimensión política y social que presenta la historia surgida de la pluma de Suzanne Collins. JK Rowling sí planteó cosas similares en su saga del chico mago, pero la política y la represión nunca fue el eje de todo, como sí lo es aquí.
Finiquitado (es de esperar) el debate absurdo, lo que importa es que En Llamas es... es... una soberbia película. No hay más. Debería ser obvio para cualquiera que la vea sin prejuicios por llevar colgada la bandera de la saga juvenil. Es adulta, hay mucha muerte, mucha sangre, y un escalofriante paralelismo con la vida que toca vivir en estos tiempos. ¿O no nos suenan el morbo televisivo, el regodeo ante el sufrimiento de otros y por supuesto la falta de libertades y la censura?
La película, dirigida con mano de hierro por un Francis Lawrence en su salsa que sabe perfectamente lo que hace (atención a su dominio del plano, el manejo de las escenas de acción y de efectos visuales y también su atención al diálogo y la maravillosa dirección de actores), es un cóctel prácticamente perfecto de muchas cosas. Es cierto que el triángulo amoroso, igual que en las novelas, sigue siendo la parte más débil de la ecuación (en parte debido a que el personaje de Gale no tiene tanta enjundia como los demás, y tampoco Liam Hemsworth, correcto a pesar de todo, puede estar al nivel superlativo del resto de actores), pero el resbalón es tan mínimo, es tan grande lo demás que se le tiene que perdonar. Porque Los Juegos del Hambre: En Llamas es pura emoción. El guión, modélico y absolutamente fiel a la novela, consigue que el espectador sea uno con Katniss, Peeta y los demás, que sufra por ellos, llore con ellos (atención a la visita al distrito 11), ría con ellos (la presentación en el ascensor y la entrevista de Johanna Mason, una apoteósica Jena Malone, o cada aparición de Effie, una Elizabeth Banks simplemente perfecta) y note el corazón en un puño cuando están en peligro. Un guión, además, que aunque no puede extenderse tanto como la novela en las historias de los nuevos personajes, da suficientes datos y escenas de ellos para lograr que el espectador tenga la reacción emocional necesaria ante ellos.
Desde el punto de vista técnico, la película presenta además enormes mejoras respecto a su predecesora, sobre todo en el campo de efectos visuales (lo más flojo de Los juegos del Hambre de Gary Ross) y vestuario, un soberbio trabajo de Trish Sumerville que hace la mitad de su trabajo también a los intérpretes. Todos los departamentos técnicos se conjugan así al servicio de la segunda hora de película, seguramente una de las secuencias más impresionantes vistas en mucho tiempo, de nuevo por la emoción que desprende y por la manera en que se ha llevado a la pantalla lo que está en la novela. Mejor no dar más detalles, pero deja con la boca abierta.
Y no se puede acabar un comentario sobre En Llamas sin alabar su reparto. Aparte de los ya mencionados, hay que destacar el enorme trabajo de Jeffrey Wright y Amanda Plummer como Beetee y Wiress, de un excelente Woody Harrelson, el siempre divertido Stanley Tucci, un encantador Lenny Kravitz, una muy mejorada y más adulta aunque breve Willow Shields, un maquiavélico y aterrador Donald Sutherland, y por supuesto los dos grandes protagonistas. Josh Hutcherson está mucho más seguro y sólido en la piel de Peeta, y sigue conservando todo su encanto, y Jennifer Lawrence... podría uno pensar que a la de Kansas, después de ganar su primer Oscar con sólo 23 años, le era suficiente poner el piloto automático y cumplir sin más porque le basta y le sobra con la adoración de los fans y la industria para triunfar. Pero no. Con esos ojos que valen un mundo y esa ilimitada capacidad de emoción, Lawrence se deja literalmente la piel en cada sonrisa, lágrima, beso y golpe de Katniss, en una actuación memorable que da una nueva patada donde más duele a la mayoría de sus compañeras de generación.
Es simple y llanamente el mejor blockbuster hecho en años. Emociona, entretiene, deja con el corazón en un puño y dice cosas sobre el mundo en que vivimos. ¿Qué más se puede pedir? Casi, o sin casi, una obra maestra, aunque este último comentario haga que muchos se revuelvan en sus sillas.

Lo mejor: Todo, pero muy especialmente la enorme tensión y el poder de emocionar que tiene, sobre todo una vez la historia vuelve al Capitolio.
Lo peor: ¿Nada? No tiene defectos, al margen de que la historia y cómo se desarrolla convenza más o menos.

En primer lugar he de decir que soy nuevo en esta página, no sean duros conmigo.
Suele pasar que las segundas partes nunca son buenas, pero ésta es la excepción. Francis Lawrence ha sido la clave para dar vida a la segunda parte de Los juegos del hambre, y siendo sincero, ha hecho un grandioso trabajo.En la primera parte, Gary Ross se saltó cosas importantes que salían en el libro, eso sumado al excesivo movimiento de cámara y algunas cosas sin sentido, hacen que En Llamas parezca una película totalmente diferente, no sé si me explico bien.Pero no sólo hay que alabar al director por su buen trabajo, también hay que felicitar a Donald Sutherland por su papel del presidente Snow, consiguiendo que lo odies a muerte, también podría felicitar a Josh Hutcherson, quien ha mejorado bastante respecto a la primera película, además han acertado con el actor que interpreta a Finnick Odair, el niño mimado y el guaperas del capitolio.Pero quien realmente merece una mención de honor es Jennifer Lawrence, ha demostrado que no es sólo una cara bonita, es una gran actriz que ha conseguido cautivarme, cada sentimiento, cada emoción lo ha plasmado de forma increible.Decir que ha hecho una interpretación muy creible es decir poco, creo sinceramente que va a ser una de las mejores del mundo.Por último recomiendo que vayan a ver ésta película, no tiene desperdicio.