Vente a Las Vegas, nena: Un retrato de Rebeca Linares

198/22(18/06/11) Mediometraje documental producido por Canal Plus que visita en Estados Unidos a Rebeca Linares, curra allí desde hace tres años, ha intervenido en unas 700 películas y en este tiempo se ha convertido en una las más famosas actrices porno de la actualidad, nominada varias veces a los Oscars del género, los AVN Awards. Vemos su día a día, su modus vivendi, este morboso mundo. Ella nos relata en primera persona lo que es su rutina de trabajo, nos transmite alegría, optimismo, emite que le gusta lo que hace, que disfruta, nos habla con lenguaje directo, nada de metáforas, la vemos en escenas de altísimo contenido sexual, como dialoga en plan colegueo con actores y actrices, por lo menos lo que ella nos traslada es un universo simpático y alegre, donde no hay más problema que los controles médicos y la crisis económica que la ha llevado a iniciarse en el striptease, donde se reconoce una patosa. También asistiremos de su mano al festival porno de Las Vegas, donde alternará con famosos interpretes, el punto álgido es la entrega de los antes mencionados AVN donde Rebeca tiene depositadas grandes esperanzas para dar un gran salto en una industria en decadencia por la susodicha crisis. Comparte bastante protagonismo con el actor español conocido en el ramo como Marco Banderas, un tipo que es pareja de una ex-actriz que es la que le graba fornicando con otras mujeres, para la generalidad de la gente bastante extraño cuando poco. El documental no tiene nada de especial, simplemente es un retrato bastante superficial de este mundillo y que gustará a los erotómanos, entre los que me cuento, le agradará la exposición de este singular cosmos. Fuerza y honor!!!

Truñazo vacío sin más pretensión que mostrar lo estupenda que es la pornografía.
No hay un testimonio del menor interés, un contraargumento que dé color al asunto, algo que desarrollar, un mínimo conflicto o dato revelador, sólo peña sonriente y de escasas aptitudes mentales contando cómo le petan el cacas y que va a ganar un premio por ello, una cosa muy absurda.
Peor incluso que La piel vendida. Una pérdida de tiempo.