El secadero

Hace algún tiempo leí la novela de Pedro Andreu. Me pareció espectacular. Enseguida te das cuenta del potencial cinematográfico que lleva la prosa de este autor. Paisajes desoladores, personajes al límite, suciedad, sangre, muerte...
Entonces ves que un tal Donaire va a llevar al cine(o televisión) el libro. Te imaginas un Mad Max folklórico entre los campos Andaluces o Extremeños (así me lo imaginé yo). Alucinas y esperas con ansias esa adaptación a una de tus novelas favoritas de los últimos años. Pues bien, no se podía haber hecho peor. Como adaptación, pésima; como película, horrible. Los actores nefastos, caricaturas de los personajes del libro; los paisajes, punto fuerte del libro, consisten en un pequeño secadero alejado del infierno que aparece en la novela; los diálogos, forzados y sin corazón; la dirección y fotografía son horribles; eso sí, si guarda alguna fidelidad con la novela y que no han querido dejar escapar ha sido enseñar tetas. Ahí si han querido ser fieles.
En fin, un despropósito de película desperdiciando un material cinematográfico idóneo para convertir una novela en la película del año.
Espero que otro venga y lo arregle.

Una interesante película realizada con poco presupuesto, pero que va mutando todo el tiempo.
Pasa de ser un drama familiar, a un thriller apocalíptico y, pese a los cabos sueltos, termina asentándose en una historia de amor.
El mérito de Antonio Donaire, el director, es recorrer todos los extremos y en todos, dejar una buena impresión.
La capacidad de, la casi desconocida, Marta Costa para adaptarse a todas las situaciones se vuelve admirable.
Sin dudas una película que no debería pasar desapercibida.-

De escaso o casi nulo presupuesto, y se nota.
Clasificable en lo que denominamos cine independiente, muy independiente o más que independiente. Escasamente comercial y además no aporta algo que tenga un interés cinematográfico especial.
Todo lo cual, lo antedicho, no quita que se le note el interés y el cariño con que está elaborada, por eso la califico con un Cinco-Pasable (5).
La realización es muy pobre, escasa, casi desértica. Quiere un espacio solitario y miserable y lo consigue. No le preocupa nada el paso del tiempo, los personajes están tal cual, la vejez no les afecta.
La dirección es algo torpe y errática, hasta el punto de ser lenta y aburrida en algunos momentos. Poco atractiva, tiene algunos momentillos interesantes pero tampoco destaca por la imaginación. Para mi gusto es reiterativa en muchas escenas, especialmente con el alcohol.
En lineas generales, para ser una iniciativa independiente no aporta nada nuevo bajo el sol cinematográfico.
La historia tampoco es especialmente novedosa. Algo caótica y disparatada, trata de la vida arrastrada y miserable de un grupo aislado de monos violentos, especialmente alcohólicos y copuladores. Total, no tienen otra cosa mejor que hacer.
Los protagonistas, desiguales en naturalidad, están correctos. A destacar que casi todos hablan, entonan, frasean, etc., razonablemente bien, algo raro en nuestro cine patrio y especialmente en las actrices.

Excelente adaptación del libro de Pedro Andreu "El secadero de iguanas".
Una historia con mucha fuerza cuya atmósfera te envuelve en una extraña luz oscura.
A favor: Exteriores, fotografía y un guión bien hilado.
En contra: se me hace extraño oír cómo los protagonistas hablan perfecto castellano. Actuaciones muy forzadas y poco creíbles de algunos secundarios.