Kill Buljo: The Movie

La verdad es que me dio por ver esta ¿película? por razones puramente morbosas. Una parodia noruega de Kill Bill, rezaba la sinopsis. Aquello era algo que un alma un poquito interesada en la cinefilia no podía dejar pasar. El caso es que la curiosidad mató en este caso a la pobre cinefilia. Y casi al cine. Porque cualquier parecido de Kill Buljo con la realidad o semejanza tarantiniana… Y eso que a mí, rara avis, lo sé, Kill Bill no me parece una obra maestra. Pero comparando comparando, al lado de este engendro noruego, Kill Bill I ó II lo es.

No sé, ni me quiero acordar de ellos, los nombres de director, actor y actrices (de muy buen ver) que protagonizan Kill Buljo. Intuyo que el reparto de esta película debe de ser lo más parecido a las pandillas de amiguetes tipo Santiago Segura con las que éste nos obsequia en sus producciones. Que el protagonista será el Santiago Segura noruego. Que habrá cameos inapreciables para nosotros. Que habrá chistes internos que lo mismo. Da igual. Kill Buljo es una espantosa película que algún chiste aislado no puede salvar de la nota que le he puesto.
Porque el humor es grosero, feo, no llega ni a absurdo. He visto cosas mejores en cortos peores que Kill Buljo. Ay, aquellas Kitchen Stories que me dejaron un mejor sabor de boca del cine noruego. En fin, el gozo mío, al pozo de la decepción.

Kill Buljo es una película que recuerda muy de lejos Bad Taste, es decir una película de bajo presupuesto y realizada entre cuatro amigotes. Se aprecia claramente que ellos disfrutaron y gozaron rodando la película pero yo desde luego no. Hasta aquí podía haber resultado ser una buena película, pero no.
Salvo algunos gags que son realmente graciosos, el resto del film es aburrido, escatológico y pesado, interpretaciones malas (algunas malas y graciosas como la batalla final de espadas), diálogos absurdos y fotografía nefasta (¡en Noruega!).
En resumen, es como hacer un Muchachada Nui a lo noruego, tal vez allí tenga mucho éxito, pero aquí no nos engañan.
Zombis Nazis ya es otra cosa.

Soberbia payasada que en el mejor de los casos merecería un clic en una tarde tonta que deambulando por Youtube te dieras con ella, pero que los hábiles y astutos vende burras hermanos Weinstein, han conseguido colar como una imaginativa parodia de Kill Bill por parte de los extravagantes noruegos.
Tiene merito lo de los Wenstein, negocio asegurado comercializando en DVD (si consiguen estrenarlo en cine, aunque sea de algún país tercermundista, seria para hacerles un monumento,) un bodrio infumable y pueril, sin una pizca de gracia por el que habrán pagado 2 duros por los derechos.