El mundo como lo vemosSerie

"As we see it" tiene un planteamiento sencillo. un "Slice of life" de tres chicos con diferentes grados de autismo:

Jack, el caso más leve de TEA, es más bien un Asperger: Genio en su campo, socialmente inadaptado.
Violet, la más "normal" a simple vista, pero con dificultades de gestión emocional, más bien bipolar o TLP.
Harrison, quizás el caso más grave, que refleja un trastorno de desarrollo.

El hecho de que los tres chicos tengan realmente TEA le da un plus de realismo, precisamente en cierta falta de teatralidad al representar pautas comunes, tics, manías, arrebatos, fobias y bloqueos.

El verdadero sabor de "As we see it" no viene tanto por las situaciones en las que se meten los tres muchachos, sino más bien a través de su cuidadora, Mandy, y a través de las familias. Es un agridulce que se torna amargo. Son situaciones rocambolescas, insólitas, en las que el desparpajo de los chicos te arranca una sonrisa, a veces de pura incredulidad (sobre todo con Jack y Violet y sus idas y venidas en el trabajo y en la familia), otras, de cierta nostalgia vergonzosa (Harrison y su amigo y vecino, rumbo a la aventura para ver a la pechugona del gym).

Pero conforme vas avanzando, va enraízando esa sensación agria, la dificultad de las familias para tener a los chicos en las mejores manos, los desafíos de Mandy como estudiante y como cuidadora, y culmina muchas veces en un sabor amargo que puede sacarte muchas lágrimas, al encontrarte de frente con una premisa tan injusta como demoledora: qué difícil es hacer vida normal cuando pasan estas cosas. Es difícil para ellos, y difícil para todos.

Resulta una serie atractiva, tanto por el humor que usa como por los distintos puntos de vista que presenta. Nos hace reflexionar sobre como debe ser llevar una vida con autismo o siendo el responsable de una persona autista.

Al ser una serie de lo más real, a través de las experiencias que tienen los personajes, se llega a empatizar cada vez más. Para ellos su vida imperfecta, no encajan en la sociedad, pero aún así siguen adelante aceptándose a sí mismos. Esto es, al fin y al cabo, la moraleja de esta preciosa historia.