Ciudad en celo

“Bersuit Vergarabat” dejo escrito en una de sus canciones que los argentinos son capaces de lo mejor y de lo peor. Y es cierto. El Tango es una buena prueba de ello. Dentro del tango está lo peor y lo mejor del hombre, y quizá por eso, escuchar un tango te mezcla sentimientos dentro del estomago, y a veces, no sabes si llorar o reír mientras lo escuchas.

“Ciudad en Celo” es la ópera prima de Hernán Gaffet. Y se apoya en una banda sonora espléndida compuesta por tangos interpretados maravillosamente por Dolores Solá y por el pianista de jazz Duke Ellington. Los tangos, sirven como fondo de una ciudad: Buenos Aires, a la que Claudio Rissi, que interpreta a Duke, el dueño del bar donde se juntan los amigos, le dedica una de las poesías más bonitas hechas a la capital argentina.

El elenco de actores está correcto, aunque hay personajes más agradecidos que otros o más creíbles. Algunas situaciones deberían haber desaparecido en el montaje final.
La película tiene fallos, pero es amena. A veces te ríes; otras es triste… como los tangos.

No se que me ocurre últimamente con el cine argentino, comienzo a ver el film y tengo la sensación de que promete, de que hay tema para desarrollar una historia que me atrape y que a fin de cuentas tenga sentido y sea creible, pero todo este anhelo se va desvaneciendo poco a poco a medida que transcurre la película.
Ciudad en celo no ha sido una excepción, mis espectativas se desvanecieron rápidamente hasta el punto de mirar el reloj varias veces y de dar algun que otro bostezo. No quiere decir que la peli sea un bodrio, tiene momentos interesantes e incluso graciosos, los actores están más que bien y los tangos suenan canallas, pero creo que el director no supo mantener la historia a flote a pesar de que el tema a tratar da mucho juego. Le doy un seis de puntación en lugar de un cinco por la pedazo de mujer de rojo que sale al principio.

Comienzo intenso dando juego a la curiosidad por saber en que puede desencadenar una situación tan caótica y mostrada con humor. A medida que pasan los segundos, crece un sentimiento narcisista tan argentino que tumba todas las buenas intenciones. Director y guionista parecen mas preocupados en mostrarnos lo graciosos, "vivos", boludos e inteligentes que son los porteños y porteñas, que en contar una historia. Y es que no hay historia. Sólo asoma en los primeros 5 minutos. Después, increíblemente desaparece en un abanico de personajes a cual mas pesado y empalagoso. En todo caso, si de lo que se trataba era de mostrar uno de los paisajes de la fauna porteña, pues entonces le falta ironía, patetismo y fundamentalmente variedad.
Y nada mas. Ah, si. Yo también soy argentino.

Tuve ocasión de ver esta película dentro del contexto de la Seminci de Valladolid ya que participaba en su sección oficial.

Simplemente me remito a la definición de su director: "es como el tango, reirse de estar triste".
Todo aquel que quiera reir a carcajadas en una película con mucho fondo, Ciudad en Celo es su film.
Su unica nota negativa por la cual no la he otorgado el 10 es porque en ocasiones tiene un acento Argentino muy cerrado y se escapa el entender algunas palabras.
Por lo demas una película casi perfecta.

La trama central de la película transcurre en la cafetería Garllington, donde se reúnen para charlar sobre sus historias Sergio, un guionista en crisis sentimental con su mujer, Marcos, un ligón empedernido, y menos veces van Valeria, una cantante de un grupo de tango, y Sebas, un ejecutivo, que está demasiado comprometido con su trabajo.

Alrededor de la mesa donde se reúnen, conversan con Duque, el dueño del bar, y también confidente de sus historias, que son sobretodo, sentimentales.

Sin embargo, un hecho inesperado provoca que todos los habituales se replanteen su vida y su situación.

La película es muy predecible, y le falta ritmo, además de ser poco creíble en muchos aspectos.
Tan sólo se aguanta en unos pocos chistes y situaciones muy divertidas, eso sí, y en el dueño del bar, Duque, que es el personaje con más fuerza y credibilidad de la cinta.