388 Arletta Avenue

Con un uso estupendo y un aprovechamiento de medios escasos, la película que nos ocupa logra su cometido más que decentemente, el de asustar. Una pareja joven, la estupenda Mia Kirshner y el rarillo Stahl, son víctima de un acosador que instala cámaras en su casa, en el trabajo de él, en el despertador, en el coche... En todos sitios, vamos. De pronto, tras una discusión, ella desaparece. Y el resto de la peli relata el infierno de él tratando de comprender qué ha pasado.
Escalofriante la sensación de poder estar siendo observado sin coscarnos de nada.
Un acierto.
Lo mejor: Ella y el uso de las cámaras, fresco, innovador y más que aprovechado en una época en la que el falso documental como vía de expresión parece ir superando obstáculos, no siempre, todo sea dicho. El gato impostor, momento de premio.
Lo peor: Para consumo rápido y fugaz olvido.

La peli va del descenso a la locura del chico protagonista, descenso que es observado por decenas de cámaras que alguien ha colocado en todos los rincones de su casa, su coche y su trabajo. Imagino que en realidad todas son cámaras buenas, y luego les han añadido algún efecto (ojo de buey, ruido, etc.) para que se parezcan más a una minicámara espía.

Lo que me intriga es cómo se supone que alimenta todas esas cámaras para mantenerlas activas 24 horas al día, durante varias semanas. O las enchufa a la red eléctrica, para lo cual tendría que andar haciendo boquetes en la casa, o les pone una batería grande, con lo que daría el cante. En fin...

No creo que necesitase mucho presupuesto, ya que casi todo son planos fijos, y en todo momento aparece el protagonista. Hay media docena más de actores, pero con apenas unas frases.

Se consigue la tensión que la película busca. El final no me ha gustado (ver spoiler), aunque es ingenioso.

No entiendo muy bien esta moda de hacer películas de las de cámaras ocultas o metraje encontrado cuando se traspasan las líneas más elementales de la lógica humana. ¿Por qué quien controla la cámara no la suelta aunque le persiga Godzilla u hordas de zombies amenacen con comerle el cerebro?
En la película que nos ocupa la falta de lógica la encontramos en los lugares donde el acosador coloca cámaras: detrás de las escaleras del sótano, dentro del aparato de música detrás del altavoz, dentro del despertador de mesilla, dentro del ordenador en el trabajo del protagonista, al lado del espejo del baño ¿qué hay al lado del espejo del baño donde se pueda poner una cámara?...No tiene sentido...
Como no tienen sentido las reacciones del protagonista.
Una película de este tipo donde se usan las cámaritas ocultas debe ser lógica y no depender de recursos absurdos e increíbles para asustar o generar tensión... Cosa que esta película no consigue ni aún saltándose las normas más elementales de la lógica.

No ha estado mal, entretiene, tiene intriga y la mantiene hasta el final. Puede que no guste el estar rodada con cámara oculta, pero ese es el punto de la película. Todo correcto. Nada que destacar. Tiene su punto, y si te gusta la cámara en mano o la oculta, te puede gustar.

Una película muy recomendable. No me suelen gustar mucho los falsos documentales, pero este me ha parecido muy bueno, te mantiene en tensión todo el largometraje y logra un final bastante redondo. No es muy conocida, pero debería serlo, demuestra una vez más que no hace falta ser muy comercial para ser buena película.