Galáctica: Estrella de combate (Battlestar Galactica) (Serie de TV)

Y es que hay cosas por las que parece que sí pasa el tiempo.
Una es esta serie que supo aprovechar la estela de la Guerra de las Galaxias.
Espectacular cuando salió, pero que vista ahora se queda en decepcionantes efectos especiales que no convencen a los ojos críticos de este milenio.
Si recuerdas algún espisodio, mejor mantengas el recuerdo.

Probablemente, para quien haya descubierto antes el actual refrito de Battlestar Galactica: notables FX, el conseguido dramatismo de unos personajes muy logrados, y un desarrollo espectacular e inteligente que casi logra la factura perfecta, donde todo es más complejo y matizado, verá en la original el paradigma de space opera simple y desfasada. Aunque no estará falto de razón, no dejaría de ser una visión muy parcial, que infravaloraría una enorme serie.

Primero, hay que situarla en el tiempo, contextualizar las circunstancias para ser objetivos con el gran valor de la primigenia Battlestar Galactica. Una vez hecho ésto: Sí, comparadándola con la de nuestro siglo, es visualmente más pobre, la solemnidad del discurso general argumental es más elemental, y bla, bla, bla; pero no hay que olvidar que, habiendo sido superada en muchos aspectos, sigue siendo un ejemplo de sólido ejercicio argumental, la historia tiene un discurso elaborado y el ritmo fluye como en pocas series.

El sabor añejo y la mirada entrañable, sólo son añadidos que hacen de Battlestar Galactica 78, una de las mejores series de ciencia ficción de siempre (aun siendo mejorada).

En los veranos de los años 80 era normal que después de comer pusieran por la tele una serie de aventuras, como "El gran héroe americano", "Cuentos del mono de oro" o esta que me ocupa hoy.

Esta es una muy interesante serie hecha a raiz del exitazo de "Star Wars", no en vano la 20Th Century Fox le interpuso una demanda por plagio a la productora de la serie, demanda que perdieron.

Cuenta con unos efectos especiales deslumbrantes para la época, unas buenas interpretaciones de un estupendo reparto (Lorne Greene, Richard Hatch....) y unos muy interesantes guiones, sobre todo los de los capítulos dobles, que era donde se concentraba el mayor interés y la trama principal.

Tiene unos estupendos decorados, una potente banda sonora y un bonito vestuario con reminiscencias egipcias, de la misma manera que los nombres de los protagonistas tienen origen griego (Apollo, Atenea...)
El capítulo piloto, de dos horas de duración, se estrenó en España en cines, una vez más intentando aprovechar el éxito de "Star Wars".

Aunque lamentablemente la serie no tuvo éxito y se canceló al terminar la primera temporada, la presión de los fans logró que un par de años después se hiciera una segunda tanda de capítulos ("Galáctica 1980"), aunque con mucho menos presupuesto y peores guiones, serie que fue cancelada a los pocos capítulos.

A la serie original hoy se la considera una serie de culto.

Una serie maravillosa para su época -1978- que marcó un antes y un después en la aplicación de efectos especiales en series televisivas. Heredera del arrollador éxito de Star Wars, intentó ser su precursora en la pantalla chica. Lamentablemente no lo logró, pero la calidad general de la mayoría de sus episodios logró una corriente de fans y un tan buen recuerdo en la mayoría de quienes la vimos en su época, que no es raro que se haya realizado recientemente una nueva serie televisiva -bastante más oscura y profunda- inspirada en ella.

Una joya para su época que bien merece verse de nuevo siempre que se pueda.

Nunca vuelvas a ver lo que te flipó de niño. Apenas un año después de no volver a ser el mismo tras 'La guerra de las galaxias' vi en cine 'Galáctica' y, aunque mantuve los pies en el suelo y las manos fuera de los mandos de un caza sideral, también me encantó. Naves espaciales, extraterrestres, rayos láser, robots... sí, estaban, pero todo era mucho más cutre, desde el perrillo ese que anda como un orangután (era un orangután) hasta la repetición de cazas explotando una y otra vez. Todo es muy cutre pero en aquella época incluso pasé miedo con esos humanos almacenados en niños mientras son devorados por las crías de los ciclones. Ahora, décadas después, he vuelto a ver la película (en realidad, episodio piloto de la serie) y no he dado crédito de lo mala que es. Por eso repito, no veáis otra vez las pelis que os fliparon en la infancia. Y, por cierto, qué guapa Jane Seymour, madre mía. Y qué atractivo Dirk Benedict.