Charlot, trabajando de papelista

Película de interés escaso para el espectador y aliciente limitado ya que se inscribe en esa parte de la producción de Chaplin caracterizada por un rodaje algo precipitado y como impulsado por el prurito de incrementar el número de los metros de celuloide más que por conseguir una obra de mayor relieve.

Es lógico que, en tales circunstancias, la vis cómica del director y actor no salga siempre bien parada.

Hay quien dice que el aprendizaje es cuestión de ensayo y error así que, en este convencimiento, procuraremos dar por bueno el argumento y valorar con cierta benevolencia este cortometraje de Chapln.

Aunque sin tanto circunloquio podríamos manifestarr abiertamente que se trata de una película aburrida y pesada.