El principio (C)

Planos funcionando a la manera rusa (Vertov, etc.) de la organicidad montada. Conjunto de imágenes conformando un engranaje de “contrapunto”. El significado y la expresividad de la imagen derivan del montaje, no de la configuración escénica de la acción. La suma de planos provoca la significación. Esa relación de imágenes, sus intervalos y el ritmo de ensamblaje, determinan la organización y la intención (a ratos ideológica, muchos más ratos poética) del autor.

Tª del contrapunto de Peleshian: imágenes en orden sinfónico y cadencia musical organizadas como una pieza orquestal donde los segmentos vinculan armónicamente el conjunto y la intención de superar la imagen grabada para trastocarla, mediante la asociación de planos, en una miscelánea de dialéctica eisensteniana y “efecto-cine” de Kulechov, no quedando en un mero registro fotográfico-figurativo o dramático-psicológico (típico en la continuidad del cine clásico). Así se obtiene una interacción semántica que la imagen por sí misma, considerada aisladamente, no tendría.

Detalles aleatorios:
*Rompe eisenstenianamente el racord de posición para hacer evidente la mano que guía el montaje y robustecer la sensación de fuerzas y mareas humanas que avanzan y retroceden en una lógica de golpe y contragolpe.
*Intercala imágenes de archivo contradictorias para enfatizar el ritmo frenético del movimiento del plano. Hace coincidir el movimiento del montaje con el del interior del plano. Ej: caballos y patinaje.
*El impulso y el brío de imágenes populares enfrentadas mediante la fuerza dialéctica del montaje contra el orden cosificador y la destrucción nazi. Las imágenes, al oponerse, ofrecen un efecto que supera el contenido de cada una de ellas por separado.
*Efecto final de caudal humano que golpea hasta derribar muros y hace resonar su masa revolucionaria a lo largo y ancho del siglo pasado en un collage de manifestaciones políticas donde se desmonta la cronología y el contexto, ofreciendo una sensación genérica de tiempos y fuerzas en constante, y reiterado, deambular. Efecto que se produce de forma similar –aunque con contenido distinto– en otros films suyos: “We”, donde consigue un todo alegórico sobre la identidad y destino del pueblo armenio o “The seasons”, en la que plasma la fuerza vital de las estaciones descendiendo sobre las costumbres y lo cotidiano.