Una película sencillita y digerible para los domingos de invierno. Al comenzar, una banda sonora acojonante me hizo prever algo realmente bueno: me equivoqué. De "Invisible" se salva la banda sonora, la preciosa cara de Margarita Levieva, su larga melena y su buena actuación (por encima del resto), y la original versión de este particular "pasaje" en el que nos vemos inmersos. Nada más.

Justin Chawtin es uno de esos actores que le pone empeño, pero está condenado al olvido por ser insulso, débil, sin fuerza alguna, sin desgarro, vacío. Vacuo. Así es Chawtin. De "Dragon Ball" no pienso hablar porque me parecería una bajeza por mi parte. Todos cometemos errores, no hay que machacar al chaval por eso. Yo creo en tí Chawtin...
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Marcia Gay Harden por su parte, pone caritas de seca (no le debe costar demasiado), y le pasan el cheque nada más terminar de rodar la última escena. Sólo es un nombre conocido que engordará los títulos de crédito. Después están unos cuantos estudiantes retrasados, carcomidos de remordimientos y sudando como pollos todo el rato.

La historia no se la cree nadie y hace aguas constantemente. Su inicio es contenido, parece que vas a ver una romántica para adolescentes, luego se les va la pinza a todos y chaf: tenemos "Invisible (Lo que no se ve)". Me gusta cuando me explican cosas como este título, porque a veces uno como que no se da cuenta...

¿Por qué le he puesto un 6? Por pura definición. Resultan interesantes algunos conceptos, de los que no puedo hablar muy específicamente porqueos jodería este peliculonazo.
Ahora en serio, es mala. Muy cortita. Mediocre, sí, esa es la palabra.