Brokeback Mountain. La gran obra maestra del cine de la década que hemos dejado atrás. Una obra a la altura de las grandes historias de amor del séptimo arte. Intertemporales, necesarias, y queridas por todas las audiencias por manejar el concepto más universal de todos los tratados en el cine: el amor. Amor más allá del lugar, más allá del sexo, de las circunstancias, de la época. Amor en su esencia, ese amor que nos convierte a todos en iguales, el que confirma que los seres que sienten, por encima de todas las cosas, ese amor por otro ser humano.

Pero Jack y Ennis no pueden amarse, porque su entorno les dice que no lo hagan. Y de esa restricción absurda, saldrán heridos ellos mismos, las mujeres que les esperan, padres a los que no llegamos a conocer auténticamente e hijos que no llegan a conocer a sus padres. Una oleada de dolor arrastrada durante toda una vida por las absurdeces de una sociedad que tiene en cuenta antes sus prejuicios que el verdadero fondo humano de cada uno de nosotros. Pero el amor de Ennis y Jack va más allá y es capaz de sobreponerse a todas las trabas de la vida para convertirse en el único sentido auténtico de la misma, una noche en la montaña en la que se gestó el sentimiento más humano y verdadero que dos personas vivirían jamás, por mucho que les dijeran, y hasta ellos mismos pensaran, que se trataban de desviados y mentirosos viviendo algo por lo que merecerían ser castigados.

Ang Lee filma en Brokeback Mountain la mayor odisea romántica del cine contemporáneo, una pausada e íntima visión de dos amantes y un mundo, sutil, enriquecedora y arrebatadora de principio a fin. La fotografía de Rodrigo Prieto capta apabullantes panorámicas pero crea la sensación intimista de dos hombres escapando de su realidad a escondites recónditos. La música de Gustavo Santaolalla deja caer notas como si de lágrimas se tratasen, un requiem musical por aquellos que aman.

Anne Hathaway, Michelle Williams, Linda Cardellini y Kate Mara son cuatro de las mujeres de las vidas de Ennis y de Jack, cuatro almas que poco pueden hacer ante la fuerza devastadora del amor, cuatro mujeres tocadas por aquello que no entienden, por lo que quieren pero no saben comprender, por los deseos que no son satisfechos. En sus cuatro interpretaciones se atisba, detrás de una aparente cotidianidad, un universo suspendido en la duda y el amor por sus compañeros, pero solitario y sin mayor remedio que el silencio.

(Sigue sin spoiler)