Curiosa película sobre las relaciones de pareja, abordadas de un modo inusual, diríase postmoderno. ¿Cómo encontrar el equilibrio entre la innovación y la rutina? ¿Es asesinar cantamañanas la solución a nuestros problemas?

El primer punto original es la fusión argentino-francesa, que no sé si vendrá heredada del libro, cuyo autor Iosi Havilio es argentino así como el director (Santiago Mitre, en el candelabro este año por Argentina 1985) y protagonista Daniel Hendler. Bueno él es uruguayo pero como si lo fuera, y el personaje representa que es argentino, aunque tengo mis dudas porque es el argentino menos hablador de la historia. Por avatares (ojo porque esta semana se estrena la 2) de la vida se ve transplantado en plena Francia, la Francia borde y poco amable para él. El resto de personajes son franceses, incluyendo su pareja, su ególatra vecino y suponemos su hija recién nacida que por cierto además de la canción ella es la pequeña flor del título de la película.

Y luego está Sergi López... la sombra de Sergi López es alargada (y anchada). Su personaje es hilarante y de lo mejor de la película, pero su irrupción destruye completamente el ritmo de la misma. Tenemos pues una película que parece menos que la suma de sus partes y en todo caso recomendable por mostrar puntos de vista poco usuales pero dignos de reflexión.

Gustará a: niñeras, Sidney Bechet, rutinarios
No gustará a: padres primerizos, Charlie Parker, gurús