La he visto hace dos días en el festival de Sitges en versión original (a ratos chino mandarín, chino cantonés, coreano e inglés) con subtítulos integrados en inglés y subtítulos simultáneos en castellano, toma ya kas manzana.

La película es una comedia sobre ladrones de arte, traiciones, buenos que son malos, malos que son buenos y malos que son muy malos. No aporta nada nuevo al género que ya conocemos, planes complicados a medio desvelar para robar objetos que parecen imposibles de robar.

El éxito de la película (taquillazo en Corea) se basa en su humor, es muy divertida, sobre todo la primera hora. Un pequeño problema es que muchos chistes se apoyan en el hecho de que la banda de ladrones está formada por chinos y coreanos que hablan tres idiomas diferentes, esto nosotros nos lo perdemos y es una pena.

Los personajes son carismáticos aunque hay un punto que no sabes si este o aquel personaje era de los chinos o de los coreanos o de los policías pero como cada uno representa su papel, (la embaucadora, el cerebro, los abre-cajas, el apoyo logístico etc) se hacen fáciles de identificar.

El mayor desacierto es el metraje, le sobran fácilmente 45 minutos, la película tiene un ritmo muy acelerado, pasan mucha cosas y no decelera, esto hace que aunque la última hora sigue siendo emocionante el espectador esté agotado. Bueno y la escena de acción del final con tiros y persecuciones de locura sobra toda ella.

La película es en general recomendable, buenos actores (pero de verdad), buen guión, decorados, montaje, todo ello excelente, pero al final llegas agotado y sales del cine sin la buena sensación que causan los primeros 60 minutos.