Principalmente, lo que destacaría de esta película es el buen esbozo que se hace al principio del choque intrageneracional, con dos personajes principales tipologizados muy bien que se ven en conflicto y que se oponen para definir las cualidades que los unen: el vacío interior canalizado por un lado hacia el alcohol y por otro hacia la ideología actual de estar sano y ser consecuente y responsable para causar admiración y reverencia. Después todo se forma un poco insustancial, la trama se encamina hacia otro desarrollo inesperado que parece metido con calzador pero que introduce una violencia cruda y también algo desencajada, como si fuese un deseo de guión y no un hilo conductor de la narración. Me esperaba más porque a decir verdad los 45 minutos de la película se llevan la palma con la actuación de Mchattie y el buen hacer de Elijah Wood, el cual no es mucho que digamos. El final queda soso, esperado y con una cerrazón que tiende más a parecer un cortometraje de una hora que un filme. No es mala película pero le ha faltado mucha carisma para destacar.