Leo las críticas, los típicos sospechosos habituales: "maravilla técnica", "qué emocionante", "oiiiinnss Disney eres maravilloso". La mierda de siempre. Cada nueva película de animación, las mismas críticas serviles y anodinas. Ninguna voz discordante que se atreva a poner un sólo "pero" a la todopoderosa multinacional del ratón.
Y ya estoy harto.
Porque esto ya ni es una película: es un estudio de mercado con patas. Lo tiene todo:
-Princesa genérica, con la misma cara genérica de piel perfecta y ojos grandes, bondadosa, luchadora, Mary Sue de la vida. Como absolutamente TODAS las protagonistas de TODAS las películas Disney. No es un personaje ni remotamente real, es un estereotipo de diseño de estudio, sin alma ni humanidad.
-Personajes unidimensionales, bonachones y cuquis para vender muñecos, que es de lo que de verdad va toda esta parafernalia disfrazada de película. No falta el animalito acompañante de la Princesa genérica, ni la dragona cursi sacada de una noche tróspida entre Pequeño Pony y las Bratz.
-McGuffin obligatorio, aquí, una "piedra mágica" que bueno, que brilla mucho y es muy necesaria para.....oh, sorpresa, salvar el mundo. OTRA vez. Cuidado, guionistas, no os vayáis a herniar del esfuerzo.
-La temática oriental. Ya no es ningún secreto que Disney está obsesionada con el mercado chino (obvio, son 1.500 millones de potenciales consumidores), por lo que, aunque está ambientada en un mundo "alternativo", en realidad es China, con personajes asiáticos y localizaciones ídem. Todo grita "Por favor, China, mirad qué asiático es todo, dadnos vuestro dinero!!".
-La animación. Si has visto UNA película de animación de Disney, ya las has visto todas. Todos los personajes se mueven igual, con fluidez exagerada, absurda e inhumana, con expresiones hiperexageradas. Todos hablan igual, todos se comportan como los demás calcos de todas las demás películas. La misma plantilla, diferentes "skins". No hay absolutamente nada original en esta película. Es la repetición, de la repetición de otra repetición.
Así que vale, podéis seguir autoengañándoos y pensar que estáis viendo la octava maravilla de Disney, cuando la cruda realidad es que esto ya sólo es pienso a granel para paladares muertos por dentro. Y llevamos años y años así. Pero....¿y lo placentero que es no pensar, desconectar el cerebro y auto-engañarse?
Pues yo me planto, me niego a que me tomen por gilipollas, por un número más, y digo: No, señores, esto es puta mierda, un anuncio de 90 minutos para venderte muñecos de plástico con sobreprecio manufacturados por niños. Sí, de esa misma China.
Curioso, ¿verdad?