Es una película entretenida que tiene un montón de interrogantes acerca de la trama, parece a veces, que en vez de una película con posibilidades abiertas, es un episodio de una serie de televisión. Decir que eso no tiene por qué ser malo pero desde luego por lo menos a mí, como a muchos otros, eso deja un sabor amargo y ganas de saber más.
A nivel interpretativo funciona como un conjunto desorganizado donde nadie destaca realmente, los protagonistas debaten y ejecutan a veces con el peso de la moral sobre sus espaldas, otras veces despiadadamente, reflejando lo peor de las personas en situaciones violentas. Me hace mucha gracia la jerarquización de muertes: Ancianos, raza, minusválidos, hijos, trabajo, solteros o casados, etc… Me pareció por lo menos cuanto menos, repugnante, el hecho de que una persona sobreviva en esa situación por el mismísimo hecho de tener un empleo o no, ser negro o no, tener una minusvalía o no. Los personajes más… por decirlo de alguna manera, malvados, me parecieron: el banquero, el empresario, el tirado rubio, el falso matrimonio, el que llama actriz porno a la de al lado y el chaval que parece que no rompe un plato, son los más déspotas y más fríos, el espectador de seguro buscaba la muerte de ellos al principio. Los mejores, son el negro que le da la espalda a todos y se suicida, la “pareja de color” y el militar.
En conclusión, una película entretenida, sin grandes aspiraciones que no trata nada nuevo pero que sorprende su dinámica y se hace muy rápida, con un ejercicio moralista y político del ser humano.

Artista del Maizal