Mulan es uno de los clásicos más épicos y atípicos de Disney, en primer lugar porque parece dirigirse a un público más adulto, presentando las hazañas de una heroína en el ejército y en la batalla, en segundo lugar porque renuncia un poco al enorme carisma de los personajes al que nos tienen acostumbrados los clásicos Disney, en virtud de potenciar la historia y la majestuosidad de la cinta.

No obstante, el toque de humor, que no puede faltar en ningún clásico, lo aportan el dragón Mushu y los compañeros del ejército de Mulan que nos provocarán carcajadas varias, impagables las secuencias de entrenamiento, aunque en general no es de los clásicos más tronchantes. La Banda Sonora nominada al Oscar es otro punto fuerte del film y acompaña perfectamente desde la batalla hasta la vida en casa de Mulan.

Seguramente, pocos la situarán en los primeros puestos en su ranking personal de clásicos Disney, pero lo que es inequívoco es que la cinta tiene un visionado más que agradable, sin excesivas canciones ni sentimentalismos, ni siquiera una redundante historia de amor, pero contando una bella historia de aventura y superación personal con una animación excelente, varios momentos emblemáticos y un colorido sin igual.

Lo mejor: el entrenamiento de Mulan.
Lo peor: el enemigo no pasará a la historia de villanos.