Cuando conocí la existencia de este cortometraje (que fue a través de la producción más extensa que en el 2017 hizo "Netflix"); os he de reconocer que tuve cierta curiosidad.

Curiosidad por saber si en este pequeño margen de tiempo que dura se nos transmitiría algo. Ya que hay que reconocer que el género "Z" está, a día de hoy, muy pero que muy saturado de referencias poco o nada originales.

Pues me he llevado una agradable sorpresa.

Se llega a percibir esa sensación de desazón y/o desesperanza con la que tendrá que lidiar el protagonista para intentar salvar a su bebé, cueste lo que cueste.

Todos los factores que componen la obra (dirección, fotografía, sonido, interpretación... etc) están bien.

Tuvo su reconocimiento en un festival importante en su país (Topfest), y también en "Youtube" lo avalan varios millones de views.

Como conclusión final: siete minutos bien invertidos.

Gracias por leer.