Brillante ópera prima en la gran pantalla por parte de Rodrigo Cortés, la película es divertida, frenética, corrosiva, valiente, y muy inteligente.

Tiene algunos diálogos y puntos cómicos (sangrantes) excepcionales, se pasa volando, la implicación con el protagonista es absoluta, su realidad alterada emociona y cabrea, pero sobre todo el sentirse identificado con él, ese es el verdadero logro de esta vertiginosa obra, que además te regala un máster en economía "real", carroñera y sucia.

Los actores hacen un trabajo magnífico, sobre todo el protagonista, me parece una falta de respeto y de mal gusto el poco reconocimiento que obtuvo por parte de los "entendidos" de este país, por suerte se llevó el premio del festival de mi tierra.

La mejor película de este prometedor director, también es de las mejores (y más gamberras) en los últimos años de nuestro cine patrio.