La verdad es que bromear con un tema tan serio no me hace demasiada gracia, y si además se hace desde un punto de vista intelectual y ácido -como haciéndote sentir idiota por no reír con sus chistes-, menos todavía.

A pesar de lo bien valorada que está esta película a mí no me convence, por lo que ya he dicho y porque su altas dosis de teatralidad restan espontaneidad al film y a los personajes, las emociones y las risas no valen nada cuando son falsas y forzadas, y en esta película no hay una sola emoción verdadera, todo parece calculado, hasta el último chiste. Por eso no me llega.

Comprendo que soy de otra generación y que me río con otras cosas, debe ser por eso.

Le doy el aprobado porque una virtud sí le reconozco, y es su ritmo que es muy ágil, quizás demasiado, no da tiempo a asimilar tanto chiste calculado, tanta emoción fingida y tanta situación forzada.