Click here to copy URL
Spain Spain · Barcelona
FA
Collaborator
reporter rating:
2
Horror. Thriller A young woman fights the spirit that is slowly taking possession of her. Casey Bell hated her mother for leaving her as a child. But when inexplicable things start to happen, Casey begins to understand why she left. Plagued by merciless dreams and a tortured ghost that haunts her waking hours, she must turn to the only spiritual advisor, Sendak, who can make it stop. With Sendak's help, Casey uncovers the source of a family curse dating ... [+]
Language of the review:
  • es
January 14, 2009
46 of 52 users found this review helpful
Otra película que confunde el miedo con el susto, y van... Son tantas que uno ya no sabe cómo expresar su enfado. Cojamos el ejemplo de ‘Los extraños’. Una película que caía descaradamente en la misma trampa pero que por lo menos al principio se molestaba en crear un ambiente desconcertante, lo cual ayudaba a que tragáramos la broma durante un buen rato. Ya es algo. ‘La semilla del mal’ no tiene ni eso. Pero para ser justos hay que descubrirse ante la sinceridad del director, ya que desde los primeros compases deja clarísimas sus intenciones. En efecto, la primera escena nos dice que ésta va a ser una película en la que la intensidad de los decibelios va a aumentar periódicamente mientras la guapísima Odette Yustman luce sus ajustados modelitos. Nada más.

Por si fuera poco, David S. Goyer (guionista de las dos entregas del Batman de Christopher Nolan) ni se molesta en ser mínimamente creativo a la hora de endosarnos los supuestos sobresaltos. El espejo, el armario oscuro, la loca desquiciada que está de espaldas, el niño repelente tenebroso... un itinerario por todos los lugares comunes del cine de terror de los últimos años, en el que podemos anticipar con precisión de cirujano el momento exacto del chillido/aullido/berrido de turno. Simplemente desesperante. De modo que ahí va un buen consejo: al mal tiempo buena cara. Tomémonos la película como lo que es, un auténtico bodrio. De este modo nos libraremos de las ataduras del espectador cabreado y podremos apreciar las ricas sutilezas de esta obra.

Racionalizando, estamos ante un frenético cruce de géneros cinematográficos. El primero de ellos es el erótico. Cual macho alfa en celo, Goyer ve en cada situación la excusa perfecta para hacer practicar a su joven diva incontables posturitas insinuantes delante de la cámara, para mayor deleite del tierno público que justo debe empezar a aprender cómo funciona su miembro viril. Del género erótico bebe también el director para introducir sus supuestas escenas terroríficas. Véase el clásico corte de “Hola, soy el lampista.” “Adelante, pase a mi habitación, mi amiga y yo estamos desnudas!”. En nuestro caso la cosa va así: “Practicaremos el exorcismo en la cálida y acogedora sinagoga, verdad?” “No hija mía, vayamos mejor al tétrico hospital psiquiátrico abandonado”. Ya lo ven, diferente contenido; misma forma.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
reporter
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow