Click here to copy URL
Martes Carnaval rating:
7
Drama. Mystery In the wake of his failed marriage in Germany, Ahmad returns to Tehran. With the holidays approaching, Ahmad's friend Sepideh organizes a weekend getaway to the Caspian Sea with a group of old college friends. But one member of the group sticks out like a sore thumb: she's a pretty kindergarten teacher named Elly, and Sepideh thought she would be a perfect match for Ahmad. In order to rent a spacious beach house for the group to share, ... [+]
Language of the review:
  • es
June 18, 2010
96 of 101 users found this review helpful
Las películas bien planteadas y articuladas que reflejan una realidad lejana, entre las que se incluye ésta, traen el aroma del viaje. Cuando uno hace un viaje largo a un país con una cultura muy diferente a la propia, y lo hace con apertura de miras y razonable curiosidad, el que vuelve no es el mismo que el que se fue, porque algo habrá hecho suyo de todo lo que ha visto, oído y experimentado. Viajar es descubrir cosas, y la principal que se descubre es uno mismo. Una película, respecto a un viaje, no es más que una píldora o un bombón, pero algo es algo.

Creo que la película cubre tres frentes, con bastante éxito:

1 ) Plasma la mecánica de una tragedia cotidiana con una gran fuerza expresiva.
La tragedia es una desgracia que nos coge de improviso. La película levanta acta de ese momento inesperado que es la delgada línea que separa la normalidad de la tragedia. ¿No es un mecanismo perverso de la naturaleza humana el que no se valoren realmente las cosas o las personas hasta que no se pierden? Como decía Machado: "Sólo se canta lo que se pierde". Somos así de inconscientes.

2 ) Cobija una intriga casi doméstica que se desarrolla con eficacia, aunque tiene un alcance muy limitado. No queda clara aquí la distinción hitchcoockiana entre cine de suspense y de misterio. El primero apelaba, según el maestro, al consciente intelectual, y el segundo, al subconsciente emocional.

3 ) Documenta cómo la teocracia instaurada en Irán, tras el derrocamiento, en 1979, del Sah Reza Pahlevi por el Ayatollah Jomeini, ha moldeado las conciencias de los iraníes sin distinción de clases sociales. La religión chiíta, mayoritaria en Irán, es, de todas las que tienen entidad, la más integrista del islam, si exceptuamos el salafismo o religión wahhabita, adoptada por Arabia Saudí. En Irán hay mucha superestructura religiosa, y algo tan ingenuo para nosotros como es una cita a ciegas entre dos personas de sexo opuesto que quieren rehacer sus vidas, con los parámetros iraníes, puede ser condenable por las circunstancias personales de la candidata elegida, ya que así lo marca la preceptiva observancia de la "sharía" o código de conducta definido por la costumbre, incorporado al Derecho islámico.

La película ha sido seleccionada por Irán como candidata al Oscar 2010 a la mejor película extranjera. ¿Cómo es posible que una película aparentemente crítica con el sistema tenga el reconocimiento de éste, que no es precisamente tibio a la hora de ejercer la censura? Sin querer cuestionar su intención de denuncia, creo que Asghar Farhadi ha tenido la habilidad de hacer una doble versión simultáneamente en una sola película. La que ven los occidentales, que quedan asombrados de que conductas poco menos que inocentes puedan tener graves derivaciones; y la que interpretan los iraníes —o una parte significativa de los mismos—, para los que un desgraciado final se puede contemplar como la consecuencia de una inaceptable transgresión.
Martes Carnaval
Did you find this review interesting and/or helpful?
arrow