Grandísima decepción causo esta producción francesa tras su paso por el Festival de Sitges, que junto con la colombiana "Luz" se ganaron a pulso ser las dos peores películas del certamen.

Una historia de adolescentes en las que sin ningún interés, veremos como con diálogos absurdos va pasando el tiempo sin que ocurra absolutamente nada. La atmósfera de intriga que debería haberse creado para contar esta historia con algún tinte sobrenatural se queda todo en una cortina de humo.

Toda la historia se desarrolla en el Pays de Gex, en el lado francés de la frontera franco-suiza cerca de Ginebra, donde el acelerador de partículas más grande del mundo del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) yace enterrado  bajo tierra, donde intenta recrear el Big Bang. Un lugar en el que más de 2000 físicos de 34 países y cientos de universidades y laboratorios han participado en su construcción.

Con esta premisa intentan contar como algunas cosas de la naturaleza empiezan a sufrir cambios, pero son tan insignificantes que apenas se aprecian, resultando nulo el interés llegando a un completo aburrimiento.
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