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Mongolia Mongolia · Escala de Richter
Eric Packer rating:
2
Drama Nina (Natalie Portman) is a ballerina in a New York City ballet company whose life, like all those in her profession, is completely consumed with dance. She lives with her obsessive former ballerina mother Erica (Barbara Hershey) who exerts a suffocating control over her. When artistic director Thomas Leroy (Vincent Cassel) decides to replace prima ballerina Beth MacIntyre (Winona Ryder) for the opening production of their new season, ... [+]
Language of the review:
  • es
January 4, 2011
116 of 208 users found this review helpful
La vez que vi Black Swan lo hice a solas, de noche y con frío, con el fin de crear la atmósfera perfecta y la disposición de coincidir con tantas críticas que la han elogiado y considerado de lo mejor del 2010. El arranque promete que atestiguaré un film oscuro entre los oscuros y donde el mundo habrá de girar a gusto de la protagonista -algo que no se ve muy seguido en el cine comercial- pero conforme transcurre esta "¿vorágine?" comienza a decepcionar al no desvelar ningún momento de desconcierto ni de sorpresa cuando busca causarlos a toda costa a través de golpes de impacto, de una estética delicada, pero ridícula, y de una historia que suena a algo que ya habíamos visto anteriormente, sí, porque en cada paso dado por Nina (Natalie Portman) -no los de baile, que los da muy bien- se predice, al menos se intuye, sin hacer un esfuerzo grande, lo que vendrá en la siguiente escena. Y esto qué nos dice, que el guión es pésimo y plagado de tópicos, por ejemplo: el antiquísimo leitmotiv del doppelgänger que viene, a ratos para asustar, a ratos no se sabe para qué; la plétora de personajes arquetípicos del mundo del espectáculo (la aspirante, la que no asimila su retiro, el que controla quien llega y quien se va) y los que lo rodean (la madre frustrada, los tipos del bar que lo miran como un zoológico), el conflicto psicológico-sexual de Nina que se extiende y se extiende y se extiende, el añadido de un escena de sexo polémica -incomparable a la de Mulholland Drive- y el culminar en "algo" que desde los primeros minutos ya se veía venir. Los errores en Black Swan son varios: tratar una anécdota muy estúpida con mucha seriedad; que los realizadores vean al espectador como a un ser inferior y no pensante y se empeñen en ayudarlo, llevarlo de la mano para que no se pierda; el no plantearle un reto como si lo han hecho Buñuel, Antonioni, Godard, Polanski, Lynch, Bergman, Cronenberg, Altman, Egoyan, Haneke y otros más en sus obras. La imaginación es puesta tras las rejas en Black Swan, los alcances psíquicos de la protagonista son ceñidos de manera castrante para que el comedor de palomitas compulsivo no pierda el hilo de lo que está viendo. Un film sin libertad creativa, artística, en el que todo se va acomodando rigurosamente y supeditándose no al desequilibrio mental de Nina sino al pretencioso afán de manipular al espectador vil, descaradamente de los guionistas, de Aronofsky. Sí, la capacidad de Portman para la danza es sobresaliente y cumple al reflejar la degradación psíquica de Nina, pero lo mismo hizo Annette Bening dando todo de sí para interpretar la fragilidad mental de Deirdre Burroughs y de cualquier manera no logró salvar a la malísima Running With Scissors de Ryan Murphy. No hay que cegarse ni querer ver cisnes donde sólo hay gansos.
SPOILER ALERT: The rest of this review may contain important storyline details. View all
Eric Packer
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