Todd Field es un director que cautivó a público y crítica con su ópera prima "En la habitación". Un fuerte drama intimista que sacaba el lado más oscuro de las personas ante una situación extrema.
En esta ocasión nuevamente nos encontramos ante un drama intimista, que nos presenta a una serie de personajes que viven dentro de una vida monótona, y poco a poco van tomando decisiones que harán que su vida tome un rumbo más apetecible. Viven situaciones agradables que les hacen sentirse vivos, pero también de gran riesgo porque pueden perder todo lo conseguido años atrás.
Además, mientras todos estos personajes intentan salir de la monotonía de sus vidas, un exhibicionista de niños se ha instalado en el barrio, haciendo que la tranquilidad del día a día en sus calles se trunque apareciendo la preocupación de que sus hijos se puedan cruzar con este hombre.
La película cuenta con una fuerte historia de gran potencial, pero es cierto que el desarrollo de la narración resulta en algunos momentos un poco lento haciendo que uno pierda el interés en lo que está ocurriendo. Es una pena que algunas escenas tengan semejante ritmo, ya que hace que toda la película no brille con la misma fuerza en todas sus partes.
No obstante, decir que la película funciona bien en general y uno se introduce en la vida de ese barrio tranquilo; y sobre todo el la de los dos protagonistas. Una vida acomodada que llega a un punto en la que les asfixia de tal forma que solo sueñan con esos días del pasado en los que se sentían jóvenes y vivos.
Nos encontramos ante una película que cuenta con muchas similitudes e inspiraciones con la obra "Madame Bovary"; sobre todo con el personaje de Kate Winslet. Esa mujer oprimida que solo sueña con otra vida a manos de otro hombre lejos de su marido.
Los actores están todos fantásticos. El director es especialista en sacar de sus actores todo su potencial, para así crear personajes llenos de una profundidad dramática. Personajes que guardan en su interior y en su silencio mucho más de lo que dicen y hacen. Son como un iceberg, ya que todo lo que ocultan es mucho mayor que lo ofrecen al exterior.
Tanto Kate Winslet, como Patrick Wilson y Jennifer Connelly están brillantes en sus actuaciones, regalando unos personajes llenos de contenciones y de pasiones controladas.
En fin, "Juegos secretos" es una película que engancha y entretiene. En general funciona muy bien gracias a muchos aspectos, pero cuenta con el problema de que el ritmo hace que algunas partes resulten densas y conecten poco con el espectador. Pero en general es una película interesante de ver parar disfrutar con la vida de esas familias que quieren salir de su vida monótona del barrio tranquilo en el que viven; mientras un exhibicionista pone a prueba el día a día de las personas de la zona, y sobre todo de sus hijos.