Cuando termina la película uno se queda pegado al sofá y el silencio inunda el salón. Uno no es capaz de emitir ni una sola palabra, y todo ello es debido al asesinato de gran número de neuronas que uno sufre durante el metraje de esta película.
Uno intenta reaccionar; un pestañeo o un suspiro. Pero no. No ocurre nada. Uno se queda hipnotizado en la pantalla del televisor intentando asimilar el tremodo bodrio que ha visto. Después de unos minutos de atontamiento uno reacciona. Se levanta del sofá y va a la cocina a hacer la cena. Hay que recuperar fuerzas para poder sobrevivir al resto de la tarde.
Nos encontramos ante un film destinado a la televisión y que lógicamente no puede ofrecernos mucho más de lo que uno espera. Es decir; nada.
La historia está muy trillada y muy predecible. Las interpretaciones son horrorosas y la música es de terror. Es un film totalmente olvidadizo del que no se puede sacar nada a favor.
El motivo por el que le pongo un 2 y no un uno, es porque casi siempre este tipo de películas me hacen dormir una magnífica siesta en el sofá, pero sorprendentemente esta no lo hizo. ¿Porqué? Ni idea. Ese hecho totalmente incomprensible es lo que hace que le de un 2 y no un 1.
En fin, película totalmente olvidable que no merece la pena ni ver el comienzo ni el final. Film que no sorprende en nada, y que sigue punto a punto las historias basadas en hechos reales.