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Boo Radley rating:
7
Drama Ricky and his family have been fighting an uphill struggle against debt since the 2008 financial crash. An opportunity to wrestle back some independence appears with a shiny new van and the chance to run a franchise as a self-employed delivery driver. It’s hard work, and his wife’s job as a carer is no easier. The family unit is strong but when both are pulled in different directions everything comes to breaking point.
Language of the review:
  • es
August 22, 2020
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Las películas de Ken Loach, y de su inseparable Paul Laverty, siguen, buena parte de ellas, unas pautas predeterminadas en las cuales los protagonistas, normalmente pertenecientes a la clase trabajadora, son explotados y sufren toda suerte de adversidades debido a un sistema capitalista que les chupa la sangre de forma inhumana. El capitalismo suele venir representado, a veces de forma un tanto maniquea, por un empresario sin escrúpulos y que encarna la maldad absoluta. El seguir una fórmula que funciona no tiene por qué suponer un problema ni rebajar la calidad del producto cinematográfico, ya que grandes directores de la historia del cine (pienso ahora mismo en Hitchcock) han hecho lo mismo con inmejorables resultados artísticos y de taquilla.

En el caso de Loach, quizás sus últimos trabajos venían marcados por cierta irregularidad y por algunos síntomas de que la fórmula pudiera estar agotándose. No es el caso de "Sorry we missed you". En ella el espectador asiste a los problemas laborales y familiares de unos personajes que parecen sacados de la vida misma. Y ese creo que es el gran acierto de la película y del cine de Loach en general. Independientemente de que comulguemos con sus postulados ideológicos, sus personajes nos emocionan porque nos parecen cercanos y porque nos da la sensación de que a ese tipo que trabaja hasta caer rendido de cansancio en una empresa de mensajería lo conocemos porque podríamos habernos cruzado con él en la calle o que esa mujer que trabaja cuidando ancianos, y que apenas tiene tiempo para su familia, podría ser nuestra vecina de enfrente.

Sí, las fórmulas, a veces, pueden resultar repetitivas o cansinas, pero otras veces funcionan.
Boo Radley
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