Aunque ya cuenta con unas cuantas películas en su cartera, lo cierto es que todavía no ha pegado el salto que necesita a nivel internacional, su cine aunque tiene muchos tintes de autor no consigue el impacto deseado. Su mayor logro hasta el momento es la serie Banshee pero que no le pertenece enteramente a el.

Noche de vino y copas, puede ser un material reciclado en donde una historia banal intenta retorcerse hasta resultar inusual, pero altamente predecible. Una historia con muchos guiños y clichés rescatados de la papelera que nos van conduciendo a una serie de circunstancias en ocasiones entretenidas y muchas otras soporíferas.

A la película le falta un buen gancho, un buen motivo que le haga desatar su parte más dramática. En lugar de eso, tenemos unos hechos que rebajan tanto su dramatismo que en ocasiones nos puede hacer dudar de seguir viéndola.

En su parte romántica tampoco logra convencernos, con un par de historias tontas, prefabricadas que no logran salirse de la rutina marcada, buscando en primer lugar un momento gracioso, para seguir con escena pastelosa memorable y para acabar como todas las de su género.

Es en algunos pasajes cómicos donde podemos llegar a aprobar la película, con algunas buenas escenas, por parte de la criada, que aun teniendo un papel secundario, bien logra hacerse un hueco en la parte positiva de la película.

Su reparto, logra desempeñar en su buena medida unos trabajos bastante mediocres, no logran ni convencer ni en su mayoría de ocasiones entretener al espectador, ya sea por lo marcado de sus personajes o simplemente porque el guión no está a la altura de las circunstancias.

Como conclusión podemos decir que la película resulta floja en todos los aspectos, hay pocos puntos salvables, entretiene a duras penas y no logra cubrir las expectativas del espectador.

Lo mejor: La escena del baño
Lo peor: Roza lo soporífero cada 5 minutos
Recomendada: No

@cineypunto

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