Se dice que el francés es sinónimo de amor, una lengua que sabe de romance y puede que sea cierto, pero se necesita más que un idioma para que una película funcione. En este caso ha logrado encontrar una receta, una formula donde se disfruta de principio a fin.

Lo bueno, romance que llena, no es empalagosa, tiene buena comedia, es fresca y tierna, usa los cliché honestamente dando buen resultado, buena química entre los actores.
Lo malo, si hilamos fino nos quedan incógnitas sin resolver, que pasa con el flujo temporal, vuelve o reinicia, esas cosas de nerd, sus 120min hace que quizá se alargue pero nada que una pausa no ayude.

Puedo llegar a pensar que tenemos dos historias al precio de una, y me gusta que sea gracias al viaje entre dimensiones o realidades o el estilo "What if", donde no busca dar detalles técnicos que alarguen todo o entorpezcan la historia, sino es un medio para que la historia cobre mayor fuerza.

La película se apoya en su trio de actores, que se desenvuelven muy bien, balanceándose entre lo divertido y lo emotivo. Aunque abunda los clichés, su performance remonta todo pero posible. Transmiten amistad, amor, dolor, rabia, impotencia; definitivamente un mar de emociones.

Para terminar diré que es una perfecta opción a la hora de buscar una comedia romántica. Para salir del pantano y la monotonía de Hollywood como de la escasez de buenas historias. No solo que toca el corazón, son 120min bien aprovechados. Creo que el mensaje que quiere transmitir seria: más amor, menos ego, sin embargo cada quien tendrá su conclusión. Con películas como estas da para decir "Hoy gano el cine".