Interesante propuesta sobre la eutanasia, viniendo de un país como Turquía. La historia es muy simple y muy dada a los momentos lacrimosos y de compasión, pero predomina una buena forma de hacer cine, con una fotografía espléndida, que consigue transmitir al espectador los sentimientos de sus protagonistas. Hay algunos aspectos formales que no están bien resueltos, como el mal trucaje para hacer aparecer al protagonista como tetra-amélico, sin ninguna de las cuatro extremidades, pero esto se subsana con una gran sensibilidad personal hacia la deficiencia del muchacho, que por otra parte es un gran acierto que sea tan guapo, pues atrae mucho más al espectador. Podemos imaginarnos como es la vida de este muchacho. ¿Pero y el otro protagonista, Temmuz, que lo tiene todo y no aprecia lo que tiene? Su presentación está muy bien, pero después deriva en la caridad mal entendida, ya que ni siquiera un sueño puede explicar los cambios que se van a producir. Los momentos poéticos del final, básicamente protagonizados por Temmuz hacen que el espectador suba puntos a una historia normal y corriente. Cine de ese que hay que ver sin plantearse si es o no una obra maestra. Es simplemente cine.