¿A cuento de qué viene todo eso? A la chica le van a practicar la lobotomía y de repente aparece en el elenco de un espectáculo destinado a los hombres. Con unas chicas muy monas decide huir y se da cuenta de que mientras baila se traslada a una realidad paralela aún más fantástica donde un viejo guía la llevará por el camino preciso para conseguir la libertad siempre que consiga unos objetos..

Es absurdo, por mucha imaginación y cine fantástico que sea, al final pasa a ser una imaginación dentro de una imaginación. Se supone que mientas la chica baila, todos quedan hipnotizados viéndola bailar y el resto de chicas puede aprovechar para realizar los hurtos necesarios.

¿Entonces para qué esa otra representación de combates entre las chicas y los engendros que imaginan? Será que eso venderá más que mostrar nada más que a la chica bailando. No le acabo de ver el sentido. Si a veces algo de paranoia está bien, pero hay que saber poner límites.

Y al final lo que se puede ver es como se fusiona todo lo visto anteriormente en el momento en que van a lobotomizar a la pobre chica. No consigue convencer.

Vamos ahora con los momentos estelares:

- Muere la madre y como la herencia es para las hijas, el padrastro se carga a una y manda lobotomizar a la otra. Y le sale así de bien.

- La entrada del alcalde cuando va a ver el espectáculo en dónde le roban el mechero. Música machacona y poses de malote por todos lados. Carcajeable.

- La chica que se acaba salvando (la que se marcha en el bus). No te apoyo pero ahora sí, aunque ahora cambio de idea y paso de vosotras pero vuelvo para que no la caguéis, y al final me salvo, ¡bien! Vaya cambios tan repentinos.

- La muerte de la hermana de esta última, sin duda patética. ¿A santo de qué el cocinero ataca con el cuchillo? Ni que fuera un matarife.

- La muerte de las otras dos, ale, un tiro a cada una y nadie protestando. Luego digo que no me gustan las armas y ya tengo el karma compensado.

- La fuga, más fácil no pueden escaparse.

No incluyo todas las pajas mentales que se les pudieron ocurrir a los guionistas para las partes de los combates porque hay cada sobrada que pondría los pelos de punta al mismo Michael Bay. Casi que al final pensaba que el director tenía que haber sido él, si no fuera porque no hay patriotismo americano.

En fin, chasco tras chasco. Y la sala del cine estaba vacía.