Laura Gemser pasará a esa otra "historia" del cine por su serena belleza y su sensualidad pero por poco más. La que fuera mito sensual, más que erótico de los 70 y principios de los 80 aparece en esta película hecha "a su medida", es decir para lucir su belleza (eso nadie lo duda), y su erotismo. Desgraciadamente la cinta no ofrece mucho más. Una fotografía adecuada (todas las películas protagonizadas por la Gemser cuentan con exteriores subyugantes y exhuberantes), y desnudos sin que vengan mucho a cuenta, así como escenas de sexo explícito.

"La mujer de la tierra caliente" es en definitiva eso: un continuo pase de escenas eróticas, paisajes de edén y poco más. Quiere apoyarse en un guión que hace agua se coja por donde se coja y en el cual el pretexto del encuentro "casual" entre dos seres atormentados (él por la muerte de su esposa y ella desencantada de su huida a la gran ciudad), sirve de excusa banal para mostrarnos a Laura Gemser en todo su "esplendor".

Cuesta mucho, muchísimo comprender como uno de los más grandes directores del cine español esté al frente de una película como ésta, pero como ya dijo en cierta ocasión un gran actor y yo nunca me cansaré de recordar, "a veces se hace una película como arte, otras para pagar la factura de la luz". Sin lugar a dudas, ésta es una de esas.