No me voy a extender mucho, o al menos eso espero, pues no vale la pena. Lo realmente sorprendente de esta película, dada su escasa calidad y su descabellado argumento, son las críticas (me refiero a las oficiales, las otras aún no he podido leerlas). Lo que realmente cuenta aquí es que las protagonistas sean mujeres (aunque, si uno se fija un poco, ni siquiera esto último es demasiado seguro). Se trata de nuevo de ingeniería social con un único mensaje subyacente: "¡fíjate lo que tres o cuatro mujeres independientes y decididas son capaces de hacer!". Los hombres, para variar, son todos unos canallas sin demasiadas luces.
Supongo que lo que ahora se nos viene encima es un tsunami de películas en que lo único que importe es que mujeres (o sucedáneos) protagonicen géneros tradicionalmente masculinos. Y si, como en este caso, lo que debería ser cine de acción (o como se diga) se convierte en una comedia de enredos absurda, cansina e interminable, con diálogos acartonados y ridículos, lo mismo da. Para eso está la claque.