Segunda parta de la saga sobre el misterioso Jason Bourne y segundo acierto. En esta ocasión no roza el sobresaliente como si lo hizo 'El caso Bourne' que era una película con un sello propio y novedoso. 'El mito de Bourne' es más frenética, más persecuciones (la de Moscú es épica), más disparos, más acción...pero menos intriga y misterio, menos reflexión, menos diálogos pausados (salvo en la última escena en Moscú)... Tendremos que seguir leyendo subtítulos, pero eso me gusta porque le da realismo y dinamismo al film, además de que escuchamos una diversidad de idiomas bastante amplia.

La trama es más complicada, más enmarañada, si no estás con los cinco sentidos puestos en la película es posible que te pierdas algún detalle que puede ser de importancia. El guión sigue siendo de buen nivel, y las escenas de tensión ganan bastante en este nuevo universo en el que las escenas de pausa son escasísimas (que ahora me vengan a la memoria, sólo un par de ellas). Además ese ritmo frenético nos lleva a muchas más ciudades que en 'El caso Bourne'. En 'El mito de Bourne' viajamos a Goa, Nápoles, Munich, Berlín, Moscú...

Matt Damon se sigue haciendo un hueco importante en el mundo del espionaje, y es que esta saga no tiene nada que envidiar a otras como las de James Bond o Misión imposible. Por cierto, es un gran protagonista para este papel y lo sigue demostrando.

Creo que un 8 es una nota que no le viene demasiado grande a esta película. El 7 se me antoja una valoración bastante escasa. Así pues, un 8.