Si este film de Pilar Miró, que dura cerca de las dos horas hubiera sido un poco más corto, tal vez sería mejor el resultado, pues hay secuencias y planos demasiado largos en el tiempo y que no dicen mucho. También los encuadres de algunos momentos del film son un tanto rebuscados y quitan algo de credibilidad a la historia, pero esto no desmerece a la fotografía, que es excelente.
Mercedes Sampietro es la protagonista absoluta del film, dando un verdadero recital de interpretación, seguido, muy de cerca, por un plantel de actores dignos de una buena calificación a pesar de su corta aparición, destacando entre ellos a José Sacristán y Aitana Sánchez-Gijón.
La historia es entrañable, triste, pero con una dirección acertada de la inolvidable Pilar Miró.

José Antonio ZG