Película que se centra en dos mujeres, Weronika polaca y Veronique francesa, amantes de la música, almas gemelas que no se conocen, que tienen un breve encuentro donde se observan a la distancia, encuentro que les cambiará la vida.

Una obra poética, interpretada de forma exquisita por Irène Jacob la cual lleva el peso del film y cumple a cabalidad con lo que se le exige, pero en general el elenco se encuentra en un gran estado y complementándose de buena forma.

Kieslowski narra con un pulso preciso este trabajo, basado en un guión propio escrito como de costumbre junto a su tocayo de apellido Piesiewicz, algunas secuencias son realmente hermosas (como la del titiritero), el trato de la cámara es igual de bello.

La fotografía a cargo de Slawomir Idziak es espectacular, aparte, la musicalización por parte de Zbigniew Preisner es igual de buena, parte importante del relato que estamos observando funge como un complemento perfecto para la propuesta del film.

La película se desarrolla con un buen ritmo, pausado pero que va acorde a lo que desea mostrar, si alguna vez se han preguntado ¿qué es el cine arte? Vean este filme y obtendrán la respuesta más acercada a lo que se puede considerar como tal.

Film que habla sobre el amor, la soledad, las pasiones, una obra mágica, con un halo de misterio y de exploración del existencialismo soberbio, hermoso por donde se mire, una bella historia, tratada de forma genial.