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Peter Gabriel 77 rating:
7
Drama. Mystery A southern town is rocked by scandal when teenager Mary Clay is murdered on Confederate Decoration Day. Andrew Griffin, a small-time lawyer with political ambitions, sees the crime as his ticket to the Senate if he can find the right victim to finger for the crime. He sets out to convict Robert Hale, a transplanted northerner who was Mary's teacher at the business school where she was killed. Despite the fact that all the evidence ... [+]
Language of the review:
  • es
March 7, 2010
14 of 19 users found this review helpful
Notable perdigonazo judicial de Mervin LeRoy, un tipo que taché recientemente de mi lista negra al asistir, erecto, a las desventuras de Fernando Hierro en Soy Un Calderón. Y LeRoy dio con sus huesos ahí por que tuve la desgracia de encadenar en un corto período de tiempo la olvidable El Diablo A Las Cuatro y la absolutamente infame FBI Contra El Imperio Del Crimen, una de las vomitonas propagandísticas más deleznables que he contemplado jamás. Pero lo de Hierro fue muy grande y Le Roy volvió a tener su oportunidad. Primero con la espléndida Senda Prohibida, la mejor película que le he visto tras las desventuras de Hierro, un notabilísimo noir con un Robert Taylor deslumbrante secundado por un Van Heflin espléndido, ejecutando largo tras largo en una piscina de whisky, y un halo romántico embelesador. Una película memorable, muy recomendable. Y ayer, como no, volvió a tener su oportunidad con esta Ellos No Olvidarán, otra película más que notable donde LeRoy, quién lo diría tras verle poner la mano, tomar el dinero y correr a ritmo de Walk Like And Egyptian en FBI, vuelve a cargar contra el sistema, rebosante de idealismo, y reparte mandobles y asesta codazos contra poderes fácticos como prensa, sistema judicial, arribismos políticos, opinión pública y otros deportes de fondo con bastante tino aunque no tanta garra y cocaína en sus fosas nasales como en las mencionadas. Pero hay que admitirle a LeRoy los arrestos en una época donde la mayor parte de este tipo de percales solían ser mucho más acomodaticios. Desde luego, aunque no retuvo, LeRoy lo tuvo, no hay duda. Un Claudio Lluvias desbigotado brilla especialmente entre sus compañeros de reparto, que no son nada del otro jueves, y la película, como thriller judicial, acarrea la pesada carga de la sobresaturación que ha sufrido el género, y las retinas del cinéfilo voraz, en los úLtimos 70 años. Entendámonos, Testigo De Cargo o Matar A Un Ruiseñor la dejan en paños menores sin compasión, pero LeRoy fue el primero en poner sus pelotas encima del estrado, y es justo reconocérselo, a pesar de los pesares.
Peter Gabriel 77
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