A ver, pongámonos en situación: Estás en casita después de comer y te apetece ver una película agradable, graciosilla y que no te exija demasiado esfuerzo intelectual. Pues este es un producto ideal. Mil veces mejor que los dramones que echan en Antena 3 o telecinco que no hay por donde cogerlos (Sí, esos que en FA aparecen con (TV) después del título y que muchos utilizan para rellenar estadística...)
Pues eso, que la historia, aunque bastante alejada de la historia real, entretiene y no aburre en nigún momento. Alterna momentos disparatados con algunos más sensibles y previsibles aunque sin ahondar en la sensiblería barata. Los personajes están muy exagerados y aunque pueda resultar penoso por momentos da lugar a situaciones de lo más cómico y ameno. Además, admitámoslo de una vez, a casi todos nos encantan las historias de chicos perdidos a los que el deporte da una segunda oportunidad y contra viento y marea consiguen llegar a lo más alto. Un producto hecho para entretener y al que no hay que buscarle más sentido pues cumple con su cometido.
Así pues, ideal para después de comer, para echarse unas risas y para que te deje esa sonrisa bobalicona que tanto nos cuesta apreciar.