De factura impecable, actuaciones excelentes y una producción cuidada, siempre nos quedamos con gusto a poco al final de cada temporada. Quizás se le pueda reprochar que algunos eventos no los cuenten como se dice que en realidad fueron, sin embargo poco importa porque la única estrella es La Corona y todos se rinden a su influjo.

Institución fagocitante y voraz. Lo que hace esta aclamada serie es retratar cómo se las arreglan quienes forman parte de ella, con sus pros y sus contras, con sus defectos y virtudes, con sus aciertos y sus miserias, porque la vida también transcurre en palacio.