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MatiasR rating:
7
7.6
51,705
Drama. Comedy
A working-class Italian-American bouncer becomes the driver of an African-American classical pianist on a tour of venues through the 1960s American South. When Tony Lip (Mortensen), a bouncer from an Italian-American neighborhood in the Bronx, is hired to drive Dr. Don Shirley (Ali), a world-class Black pianist, on a concert tour from Manhattan to the Deep South, they must rely on “The Green Book” to guide them to the few establishments ... [+]
Language of the review:
- es
January 5, 2019
72 of 80 users found this review helpful
Le tenía muchas ganas a “Green Book”. La temática me interesaba, pero aún más la presencia rutilante de Viggo Mortensen, uno de mis actores favoritos, y un complemento de lujo como Mahershala Ali. Por suerte, no defraudó.
La película combina bastante bien el dramatismo del contexto en el que se desenvuelve la historia y los toques de comedia, que resultan del marcado contraste entre las disímiles personalidades de los protagonistas. Mahershala Ali interpreta a un músico extraordinario, refinado y culto, que dará una gira de recitales por el sur (históricamente más reacio a los cambios sociales) y se valdrá de la ayuda de Viggo Mortensen, un hombre tosco, muy hablador y con un apetito voraz, que será su conductor y, también, guardaespaldas.
Tal vez “Green Book” peca de ser un poco convencional en algunos aspectos de su trama: por ejemplo, el desarrollo de la amistad es un poco predecible, o el recurso de la “pareja despareja” tantas veces visto. Pero de ese exagerado contraste surgen algunos de los mejores momentos de la película (la redacción de las cartas, o la escena del balde de pollo frito), gracias a la química que ambos actores muestran en la pantalla. Tanto Mortensen como Ali realizan grandes interpretaciones, que se complementan muy bien. El primero compone a un personaje más desaforado, al que se le “atropellan” las palabras en la boca y que reacciona de forma impulsiva ante cualquier dificultad. Mientras que Ali está un poco más contenido, callado, seco y digno ante las bromas de Tony y los desaires que sufrirá a lo largo de la cinta. El resto del elenco son casi extras, ya que todo el peso de la historia recae sobre Viggo y Ali. Linda Cardellini no puede hacer mucho más que engalanar la película con su belleza, y los acompañantes de Dr. Shirley quedan muy relegados durante el viaje.
El “Green Book” que da título a la película era una guía de viajes que usaban las personas negras que viajaban por el sur para encontrar alojamiento. Como muestra la película, algunos de esos establecimientos eran realmente precarios. Y pese a esa guía, los conflictos raciales eran inevitables cuando circulaban por la ciudad. En este aspecto, me gustó el tratamiento del racismo porque expone a esa clase alta sureña e hipócrita que gastaba fortunas en recitales y recepciones, pero seguía aferrada a tradiciones heredadas de la esclavitud. Por su parte, los momentos de comedia aligeran el tono de la película (en un buen sentido) y evitan que caiga en el maniqueísmo.
En definitiva, el acertado tratamiento tragicómico y las estupendas actuaciones de los protagonistas hacen que valgan la pena. Una de las mejores películas del cierre de año.
La película combina bastante bien el dramatismo del contexto en el que se desenvuelve la historia y los toques de comedia, que resultan del marcado contraste entre las disímiles personalidades de los protagonistas. Mahershala Ali interpreta a un músico extraordinario, refinado y culto, que dará una gira de recitales por el sur (históricamente más reacio a los cambios sociales) y se valdrá de la ayuda de Viggo Mortensen, un hombre tosco, muy hablador y con un apetito voraz, que será su conductor y, también, guardaespaldas.
Tal vez “Green Book” peca de ser un poco convencional en algunos aspectos de su trama: por ejemplo, el desarrollo de la amistad es un poco predecible, o el recurso de la “pareja despareja” tantas veces visto. Pero de ese exagerado contraste surgen algunos de los mejores momentos de la película (la redacción de las cartas, o la escena del balde de pollo frito), gracias a la química que ambos actores muestran en la pantalla. Tanto Mortensen como Ali realizan grandes interpretaciones, que se complementan muy bien. El primero compone a un personaje más desaforado, al que se le “atropellan” las palabras en la boca y que reacciona de forma impulsiva ante cualquier dificultad. Mientras que Ali está un poco más contenido, callado, seco y digno ante las bromas de Tony y los desaires que sufrirá a lo largo de la cinta. El resto del elenco son casi extras, ya que todo el peso de la historia recae sobre Viggo y Ali. Linda Cardellini no puede hacer mucho más que engalanar la película con su belleza, y los acompañantes de Dr. Shirley quedan muy relegados durante el viaje.
El “Green Book” que da título a la película era una guía de viajes que usaban las personas negras que viajaban por el sur para encontrar alojamiento. Como muestra la película, algunos de esos establecimientos eran realmente precarios. Y pese a esa guía, los conflictos raciales eran inevitables cuando circulaban por la ciudad. En este aspecto, me gustó el tratamiento del racismo porque expone a esa clase alta sureña e hipócrita que gastaba fortunas en recitales y recepciones, pero seguía aferrada a tradiciones heredadas de la esclavitud. Por su parte, los momentos de comedia aligeran el tono de la película (en un buen sentido) y evitan que caiga en el maniqueísmo.
En definitiva, el acertado tratamiento tragicómico y las estupendas actuaciones de los protagonistas hacen que valgan la pena. Una de las mejores películas del cierre de año.