Black mass podía haber sido la mejor película de gansters de los últimos años. La temática es francamente interesante y, al mismo tiempo, sorprendente. Parece mentira que en una ciudad como Boston, tan pequeña y tan ligada al mundo universitario, pudiese existir esa corrupción hace escasas décadas.
Lo mejor de todo, las interpretaciones de principales y secundarios; todos ellos muy bien caracterizados (especialmente Johnny Depp). Algunas escenas de verdadera crudeza dan credibilidad a la película que, por instantes, parece un verdadero reportaje periodístico sobre las mafias bostonianas. Lo peor, una trama confusa que no acaba de enganchar al espectador y un ritmo muy lento.
¿Que le falta a Black Mass? Probablemente, un director como Scorsese.