Hacer competentes películas de animación no es exclusividad de Hollywood. También el cine patrio es capaz de realizar historias animadas con tirón suficiente. Original puesta en escena y buena factura técnica, aunque con cierta previsibilidad en su trama y desenlace, puede que no alcance las cotas de las mejores producciones de Pixar, pero la megalómana historia que persigue el pérfido Richard Carson de “Atrapa la bandera” acompañada de las nobles intenciones del niño Mike Goldwing y sus amigos tratando de desbaratarla, aseguran un buen puñado de risas -podrían haber sido más asumiendo más riesgos y menos arquetipos- y momentos de diversión en esta producción nada desdeñable, ideada a partir de una de las teorías conspiratorias más extendidas.