No sé si Tarantino se inspiró o no en "Aquel maldito tren blindado" para sus bastardos. Lo que parece evidente es que los seis guionistas, seis, del director italiano debían conocer a fondo los tebeos de "Hazañas bélicas" de nuestra generación.
Lo mismo que los cartelistas de la cinta que la presentan hasta con sus correspondientes viñetas.
Se trata de una serie de historietas ambientadas generalmente en la II Guerra Mundial, donde anónimos marines americanos luchaban en todos los frentes contra las huestes nazis. Fueron creadas por Boixcar en 1948 y desarrolladas luego con otros autores para Ediciones Toray, hasta los años 70 que tomaron el relevo nuevaseditoriales.
Aunque carecían de personajes fijos al principio, enseguida se asentaron Johnny Comando, Donald Bell y sobre todo el Cabo Gorila, impetuoso y fortachón.
Pues eso es lo que presenta Castellari, una sucesión de aventuras imposibles con cinco soldados que parecen primos hermanos de los "Doce del patíbulo".
No se pida lógica porque no existe. Todo resulta inverosímilmente ridículo. Los alemanes mueren a mansalva con bombas V-2 que estallan o con sencillos tiragomas y dardos, pasando por ballestas, lanzas o picas medievales. Todo vale para matar al malo.
Ahora, el arma por excelencia es la metralleta: ¡RA-TA-TA-TA, RA-TA-TA-TA ...!
Sobra el guion, la realización, los personajes, la interpretación ... ¡Qué más dará!
Se salva un poco porque, como la acción es imparable, trepidante, te quedas embobado delante de la pantalla con la cabeza en punto muerto esperando a ver que pasa.
Floja. Abstenerse, excepto los adeptos del Cabo Gorila y de los viejos tebeos de "Hazañas bélicas".