Western patrio que trata el viejo tema del cacique, el pistolero de negro y la venganza con chica mona que anda por allí.
Mal guion y peor realización. Se meten gracietas sin la menor gracia entre solemnes pistoleros bobos.
Lo único potable es el personaje de León Pompero (Sancho) en su papel clásico de mexicano simpático, "No sé como se llama pero sé que es hijo mío". O la conversación con la esposa: "Te dejé hace cuatro años con ocho hijos y ahora me encuentro once. No eres el primer pistolero que de un tiro hace tres blancos".
Pues eso, porompompón, porompompero.
Huir con tres eles: lejos, ligero y largo tiempo.