Mezcla de thriller y drama con un magnifico comienzo tanto visual como argumental que, sin embargo, se va desinflando a medida que los minutos pasan para terminar de una manera previsible y decepcionante.

Anton Corbijn pone, y lo peor es que da la sensación de que lo hace de forma bastante intencional, todo el peso de la película en la puesta en escena, en ese estilo que parece que pretende hacer "de autor" tan sombrío, meticuloso y obsesivo que caracterizaba también y ya desde el título a su biopic de Ian Curtis "Control".

George Clooney está correcto aunque, puede que por dar más fuerza a las formas que al fondo, sobreactúa en bastantes momentos de la película dando la sensación de ser la persona más atormentada (sin perder, por supuesto, todo ese glamour que da ser un "maudit") y reflexiva del mundo (cada vez que monta un rifle da la impresión de hacer un repaso a todas las cuestiones trascendentales de la filosofía)

Para pasar el rato, pero totalmente prescindible, y eso que prometía. Lástima.