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Spain Spain · Albacete
Martini rating:
7
Comedy. Drama Despite the success of his first produced script, for which he received an Academy Award® nomination for best original screenplay, Charlie Kaufman (Cage) is plagued by insecurities, both in his career and his personal life. When he is hired to adapt The Orchid Thief, a non-fiction book about a fanatical orchid breeder, John Laroche (Cooper), he is completely stumped. Though, on the surface, the book is about Laroche’s flower poaching ... [+]
Language of the review:
  • es
December 17, 2019
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El juego del guión es sublime. Charlie Kaufmann real escribe un guión, para el Charlie Kaufmann ficticio y este a su vez está escribiendo un guión para adaptar un libro. Si entras en este metalenguaje puedes tener una experiencia de lo más gratificante, principalmente porque Charlie Kaufmann (el real) se encarga de que no nos perdamos en ningún momento, algo que podría ocurrir muy fácilmente en una película con tanta simbología y metalenguaje.

No tengo dudas de que Charlie Kaufmann como guionista es un genio. Tiene ideas que para cualquier otro serían simples utopías por resultar imposibles de adaptar a la pantalla y sin embargo este hombre parece que lo hace sin esfuerzo.

¿Nicholas Cage sabía actuar? Pues o los de Men in Black le han apuntado con su bolígrafo que borra la memoria o no entiendo porque su carrera se ha convertido en un reto contra si mismo por hacer peores películas. Es un gran actor. En esta película encarna los dos papeles protagonistas, el de Charlie y su hermano Donald; ambos con personalidades muy diferentes, algo así como Ewan McGregor en la última temporada de Fargo, y lo hace muy bien. Se ve la mente atormentada de un guionista que quiere trascender huyendo de clichés, frente a la mente despejada de un guionista que quiere hacer dinero cayendo en todos ellos.

Mi nota no ha sido más alta por ese final. El final es el remate de un chiste. El chiste es que no quiere hacer una película que caiga en tópicos, y el remate es que acaba haciendo exactamente eso. Entiendo el significado, la crítica velada a Hollywood y a esos gurús como Robert Mckee que tienen las claves para tener éxito. Charlie Kaufmann piensa que eso es hacer trampa, además de no tener personalidad y convertir el cine en una fotocopia. Películas que podrías ver una tras otra como si fueran una por no tener alma. Mi problema con el final no es que no me parezca ingenioso; es que me parece eterno, como ese chiste en el que la narración se alarga hasta el infinito y cuando uno llega al final se encuentra exhausto y apenas sonríe por no menospreciar al narrador.
Martini
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