El miedo a una Tercera Guerra Mundial durante la Guerra Fría originó este intenso thriller bélico que, tras una breve presentación de personajes, desata una hora y media de tensión sin descanso que va in crescendo hasta un final a la altura de las expectativas.

A pesar de la básica y teatral puesta en escena, el director Sidney Lumet es capaz de sumergirnos en unos grandilocuentes hechos globales cediendo todo el protagonismo a un reparto lleno de talentosos actores que transmiten a la perfección la trascendencia de sus dilemas y decisiones en un guión sorprendente, inteligente y con un mensaje directo y devastador.

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